Se acabó el glamour
Cuando se paga más de 1 millón de dólares por un supercoche, uno esperaría que estuviera perfecto, si no inmaculado. Ese no fue el caso de este LaFerrari que llegó a casa del propietario con arañazos y marcas de pulido y de remolinos. Su queja está respaldada por vídeos.
carscoops.com, youtube.com
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