Ford utiliza una bomba de calor especialmente desarrollada en furgonetas eléctricas
El principio de las bombas de calor es bien conocido: utilizan gases refrigerantes muy fríos para absorber el calor del ambiente y luego comprimen estos gases para aumentar su temperatura. De este modo, se puede utilizar una pequeña cantidad de energía eléctrica para accionar la bomba de calor y generar una mayor cantidad de energía térmica. Ford habla incluso de energía térmica "gratuita". Incluso a diez grados bajo cero, la tecnología puede extraer energía térmica del aire exterior y utilizarla para calentar el habitáculo.
Con la VIHP, Ford utiliza la mencionada inyección de vapor para mejorar la eficiencia de la calefacción y la refrigeración del interior de la gran furgoneta. "Cuando las temperaturas exteriores superan los 25°C, el sistema de refrigeración integrado de la bomba también puede extraer el calor del habitáculo, reduciendo así la energía de la batería necesaria para hacer funcionar el aire acondicionado de la furgoneta", explica el fabricante.
Cada modelo fue sometido a más de 100 pruebas en el túnel de viento y a 25.000 kilómetros de pruebas en condiciones reales, incluyendo el calor del verano español pero también hasta 34 grados bajo cero en el invierno finlandés. El resultado: en el caso del E-Transit con la batería grande, los ingenieros midieron una mejora de la autonomía de entre el siete y el diez por ciento. La única pega es que la base de comparación no es un vehículo con bomba de calor convencional, sino un e-transit sin bomba de calor.
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