Es probable que ZF cancele sus planes de construir una fábrica de semiconductores en el Sarre
En el principios de 2023, las dos empresas presentaron su proyecto, en el que se iba a construir una planta de obleas de 200 mm altamente automatizada para semiconductores de carburo de silicio (SiC) en el emplazamiento de la antigua central eléctrica de carbón de Ensdorf, en el Sarre. Se iban a crear 600 puestos de trabajo y la planta debía estar terminada en 2027.
Sin embargo, el proyecto de 2.750 millones de euros está ahora aparentemente al borde de la cancelación. Al menos eso es lo que dicen los alemanes Handelsblatt afirma haber sabido el periódico de círculos gubernamentales e industriales. Se suponía que ZF sólo tendría una participación minoritaria en la fábrica proyectada, pero la retirada seguiría siendo tan grave que podría cancelarse todo el proyecto. Según el periódico, esto se debe también al hecho de que Wolfspeed se encuentra en números rojos y, para empeorar las cosas, también está luchando con problemas técnicos en sus plantas estadounidenses. Además, la empresa está centrada actualmente en la construcción de dos fábricas en EE.UU. y ya ha retrasado el inicio de las obras en Sarre.
Si finalmente no se construye la fábrica de semiconductores, esto supondría un nuevo revés para las ambiciones de Alemania de construir una gran planta de producción de chips en el país. La empresa estadounidense Intel aplazó recientemente en unos dos años sus planes de construir una fábrica de chips en Magdeburgo.
Los semiconductores también son especialmente importantes para la industria del automóvil, y lo son aún más para los coches eléctricos que para los motores de combustión. Esto se debe a que un coche eléctrico de batería tiene el doble de semiconductores que un coche con motor de combustión. En concreto, la consultora de gestión P3 habla de entre 1.300 y 600 unidades por coche. Y éstas se localizan principalmente en la cadena cinemática (de 600 a 300). Una concentración se encuentra en el inversor, que a menudo también se denomina variador.
Los semiconductores de carburo de silicio también permiten a los fabricantes de automóviles utilizar baterías más pequeñas en los coches eléctricos u ofrecer una mayor autonomía. Los tiempos de carga también son más cortos. ZF deseaba invertir en la nueva fábrica de semiconductores principalmente por su importancia para la industria del automóvil. También se iba a crear in situ un centro de investigación y desarrollo centrado en las innovaciones de los sistemas y dispositivos de carburo de silicio para satisfacer los requisitos específicos de todos los segmentos de la movilidad. El centro no sólo se centraría en los turismos, sino también en los vehículos comerciales, agrícolas e industriales.
Según la Handelsblatt, no sorprende a los observadores del sector que ZF se eche ahora atrás en el proyecto. El Grupo se ha sobrecargado con las adquisiciones y tiene que pagar más de 500 millones de euros en intereses cada año. Recientemente, ZF revisó a la baja sus previsiones anuales en septiembre y ahora sólo espera una facturación de 40.000 a 42.000 millones de euros, más de 2.000 millones de euros menos que antes. La rentabilidad es aún peor: ahora sólo se espera entre un tres y un cuatro por ciento, antes se había previsto entre un 4,9 y un 5,4 por ciento. En verano, se anunció que ZF recortará entre 11.000 y 14.000 empleos en Alemania de aquí a 2028.
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