Fisker supuestamente deja un desastre en la sede de la empresa
Incluso tras su insolvencialas cosas no están tranquilas en torno al fabricante de vehículos eléctricos en quiebra Fisker. Según informan los medios de comunicación, el propietario de la antigua sede de Fisker se quejó de que la empresa había dejado las oficinas en "completo desorden", incluyendo prototipos de arcilla y lo que parecen ser residuos peligrosos todavía tirados por ahí. El propietario del local, Tony Lenzini, así lo documentó.
En respuesta a las acusaciones, los abogados de Fisker habrían declarado que ni siquiera saben si los objetos encontrados en el lugar pertenecen a su cliente. De hecho, se dice que Fisker ha vendido desde entonces algunos de sus activos en el edificio a una empresa de subastas llamada Heritage Global Partners.
Hablando de vender activos, Fisker también recientemente habría vendido las existencias de su SUV eléctrico Ocean - unas 3.000 unidades por un precio medio de sólo 13.900 dólares por vehículo. El comprador es American Lease, una empresa de leasing de vehículos compartidos con sede en Nueva York. Sin embargo, se rumorea que el acuerdo está de nuevo al borde del colapso. Según InsideEVs, la empresa se dio cuenta de que no podía migrar los datos de los vehículos individuales a un nuevo servidor. Al parecer, American Lease amenaza ahora con retirarse del acuerdo mediante una petición de urgencia.
La preocupación por la capacidad de uso de los vehículos existentes no es nueva, especialmente entre los compradores particulares. Varios propietarios de Ocean existentes ya buscaron asesoramiento legal en verano para mantener sus coches en funcionamiento. Sin acceso al software y a servidores importantes, los coches eléctricos, que últimamente cuestan hasta 70.000 dólares, podrían enfrentarse a graves restricciones. Un ejemplo: InsideEVs informó en julio de que el Ocean debe conectarse a la nube de Fisker para utilizar determinadas funciones. No se trata sólo de funciones puramente de software, sino también de abrir y cerrar el techo solar o la "ventana del perro", es decir, la luneta trasera escamoteable en la tapa del maletero.
En EE.UU. se fundó en junio la Asociación de Propietarios de Fisker (FOA). El grupo espera mantener sus vehículos en la carretera el mayor tiempo posible. La FOA ha encargado a un bufete de abogados que represente a los propietarios de Ocean en el procedimiento de insolvencia de Fisker. Entre otras cosas, el objetivo es obtener acceso a la herramienta de diagnóstico de Fisker.
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