Stellantis retrasa su inversión en una planta automovilística de EE.UU.
La razón por la que la medida está dejando a los trabajadores sindicados al borde de sus asientos es que la UAW y Stellantis habían acordado la inversión por contrato vinculante, tras una huelga de seis semanas contra Ford, General Motors y Stellantis el año pasado.
"Gracias al poder de nuestra huelga Stand Up, hemos salvado Belvidere", resumió entonces las negociaciones el vicepresidente de la UAW, Rich Boyer. Stellantis acordó invertir 1.500 millones de dólares en la planta de Illinois, donde construiría camiones de tamaño medio hasta 2027. Además, el fabricante dijo construiría una fábrica de baterías de 3.200 millones de dólares, su tercera en Estados Unidos. También se ubicaría en Belvidere.
En una declaración obtenida por la agencia de noticias ReutersPor ejemplo, el presidente de la UAW, Shawn Fain, dijo que los planes de inversión son "compromisos vinculantes en un contrato sindical, y nosotros, como UAW, tenemos la intención de hacer cumplir ese contrato en toda su extensión". Stellantis rebatió las afirmaciones de la UAW, diciendo que el sindicato no tenía derecho a la huelga, ya que el fabricante de automóviles no estaba violando los términos del acuerdo. Después de todo, la inversión sólo se estaba retrasando, no cancelando.
"De hecho, la UAW aceptó un lenguaje que permite expresamente a la empresa modificar las inversiones en productos y los niveles de empleo. Por lo tanto, el sindicato no puede legalmente hacer huelga por una violación de esta carta en este momento", dijo la portavoz de Stellantis, Jodi Tinson, en un comunicado.
Fain aún teme que las puertas de Belvidere puedan permanecer cerradas. "Dicen que quieren 'retrasar' la reapertura de Belvidere Assembly, pero en realidad quieren dar una patada a la lata más allá de la expiración de nuestro contrato para poder volver a citar de repente 'las condiciones del mercado' y no abrir nunca esta planta", afirmó Fain. El contrato con Stellantis expira a mediados de 2028.
Desde entonces, el sindicato ha pedido al director general de Stellantis, Carlos Tavares, que dimita. "Creo que tiene que irse o conseguir a alguien cercano que trabaje codo con codo con él para dirigir la empresa porque no creo que sepa lo que está haciendo", dijo Kevin Gotinsky, el dirigente de la UAW encargado de todo lo relativo a Stellantis, durante un mitin en la planta de Belvidere.
En julio, el Departamento de Energía de EE.UU. (DOE) anunció que apoyaría la reconversión de la fábrica de Belvidere con 334 millones de dólares. Stellantis recibió la mayor parte de la cuota de los 1.700 millones destinados a la financiación de la reconversión de once plantas de producción y montaje de automóviles cerradas o con problemas en ocho estados de EE.UU. a la producción de vehículos eléctricos. Además de la financiación para Illinois, el fabricante también recibió casi 250 millones de dólares para convertir sus planta de transmisión en Kokomo, Indianapara la producción de accionamientos eléctricos. Sin embargo, al parecer las subvenciones del DOE no son definitivas y aún podrían cancelarse.
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