Fisker se enfrenta a la insolvencia en Austria
En marzo se anunció que Magna, en Austria, cesaría temporalmente la producción del SUV eléctrico Ocean, oficialmente para reducir existencias. La interrupción de la producción duraría "al menos seis semanas", se anunció a mediados de marzo. Es decir, al menos hasta principios de mayo. Desde entonces se ha ampliado al menos hasta finales de junio. A esto le sigue ahora una declaración de Fisker Austria en la que informa de que ha "presentado una solicitud para la apertura de un procedimiento de reorganización con autoadministración en el sentido del Código de Insolvencia austriaco". No obstante, la empresa seguirá pagando a sus empleados y continuará con la venta de coches, según un breve comunicado que nos ha enviado por correo electrónico.
En el caso de la insolvencia bajo autoadministración, los deudores deben solicitar al tribunal la adopción de un plan de reorganización además de solicitar la insolvencia. Como su nombre indica, el deudor conserva posteriormente el poder de disposición sobre los activos bajo la supervisión del tribunal y de un administrador de la reorganización nombrado por el tribunal y puede reorganizar la empresa por sí mismo.
Fisker Austria afirma que seguirá entregando sus vehículos a los clientes "en la medida de lo posible" durante el proceso de reorganización, prestando servicios y proporcionando actualizaciones para el software "over-the-air". El hecho de que Fisker Austria anuncie que, además de continuar con su actividad, tiene la intención de perseguir un
"perseguir una transacción estratégica que maximice el valor u otra venta de activos". Esto no suena a que Fisker Austria crea en un futuro independiente en su forma actual.
Lo que Fisker Austria no menciona en su anuncio oficial, pero explicó a la publicación austriaca Kleine Zeitung cuando se le preguntó: "La unidad de negocio austriaca de Fisker se centra principalmente en la gestión de la fabricación por contrato de los revolucionarios vehículos eléctricos de Fisker". Esto significa que es probable que la ya interrumpida producción del Ocean en el fabricante por contrato Magna de Graz llegue a su fin definitivamente. Sobre todo porque Fisker sólo menciona en su propio comunicado de prensa que tiene la intención de seguir vendiendo y entregando coches. No hay ninguna mención a la producción.
Las demás empresas de Fisker no se verán afectadas por la solicitud de insolvencia. No están implicadas en el procedimiento de reorganización austriaco y continuarán sus operaciones comerciales con normalidad, según los informes. Sin embargo, desde hace meses circulaban rumores de dificultades financieras. Entre otras cosas, porque la empresa se había cuestionado su propio futuro a principios de marzo - como es bien sabido, se trata de una revelación obligatoria según la legislación bursátil estadounidense si la liquidez es insuficiente durante un determinado periodo de tiempo. A mediados de marzo, los medios de comunicación estadounidenses informaron entonces de que Fisker estaba trabajando con abogados para prepararse para una posible insolvencia.
Los rumores de que Fisker va a cerrar su sede en California son completamente nuevos. Así lo informan los portales estadounidenses InsideEVs y Business Insider, entre otros, citando a personas con información privilegiada. Según el portal TechCrunch, Fisker se enfrenta al parecer también a una serie de demandas, entre ellas una reclamación por daños y perjuicios de Bertrandt, socio de desarrollo, debido a pagos cancelados y a la violación de la propiedad intelectual.
Fuente: Información por correo electrónico, insideevs.com, techcrunch.com, kleinezeitung.at (en alemán)
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