British Airways descarbonizará los vehículos y equipos de tierra en Heathrow
British Airways ha anunciado que sustituirá gradualmente sus vehículos de tierra en Heathrow, como furgonetas y coches, transportadores de carga y escalones de pasajeros, pasando a alternativas híbridas o eléctricas "siempre que estén disponibles".
British Airways sigue utilizando 20 vehículos diésel para la carga y descarga de contenedores de carga en los aviones. Todos ellos van a ser sustituidos ahora por modelos híbridos eléctricos. Para transportar el equipaje de los clientes, British Airways introducirá 135 remolcadores de equipaje eléctricos, lo que, según la compañía, representa el 40% de su flota de remolcadores. Los escalones para pasajeros se sustituirán todos por alternativas eléctricas.
Los autobuses de pasajeros utilizados por British Airways en el aeropuerto de Heathrow también están en el punto de mira del programa de electrificación de la compañía. Los 38 autobuses de pasajeros diésel actualmente en funcionamiento se eliminarán progresivamente en los próximos dos años. De ellos, 23 serán eléctricos, (presumiblemente totalmente eléctricos, ya que éstos han sido ampliamente utilizados y están totalmente disponibles desde hace años), mientras que los demás utilizarán combustible HVO. La empresa afirma que se encuentra en las primeras fases de desarrollo un gran parque de recarga en el aeropuerto.
Las medidas de descarbonización mencionadas forman parte de la inversión de British Airways de 7.000 millones de libras en "muchos aspectos de su negocio" durante los próximos tres años. Aunque en el anuncio se mencionaba esta suma, no se hacía mención alguna a los aviones en sí, por lo que no está claro si esta cantidad se dedica exclusivamente a los vehículos y equipos de tierra o adicionalmente a medidas que aborden la descarbonización de los aviones de la compañía.
Aunque los propios aviones son responsables de la inmensa mayoría de las emisiones en los aeropuertos, British Airways también ha avanzado en ese frente. En febrero de este año, International Airlines Group (IAG), propietaria de British Airways, firmó un acuerdo de suministro de 14 años para suministrar 260 millones de galones (casi mil millones de litros o 785.000 toneladas) de combustible sintético de aviación e-SAF fabricado a partir de CO2, agua y energía renovable mediante tecnología "power-to-liquid". La cantidad de emisiones que la empresa reduzca con ello dependerá del porcentaje de e-SAF que se mezcle con el combustible de aviación.
Dado que la vida útil de los aviones se prolonga durante décadas y es notablemente cara, el e-SAF representa una solución provisional que puede utilizarse con los aviones existentes, aunque para ello seguirá siendo necesaria una cantidad significativa de combustible convencional, ya que los aviones actuales sólo pueden tolerar una mezcla minoritaria de e-SAF. Los aviones dedicados al e-SAF deben tener motores construidos específicamente para este fin. Sin emisiones, los vuelos de hasta 2000 kilómetros serán factibles con aviones eléctricos de pila de combustible de hidrógeno. Para ello, British Airways ha invertido en Cero Avia y espera poner el primer avión de emisiones cero en vuelos de corta distancia para 2030.
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