Un informe de auditoría muestra que las emisiones de CO2 de los coches de combustión han permanecido constantes durante doce años
Durante la última década, las emisiones reales de los vehículos diésel se han mantenido constantes, mientras que han descendido ligeramente en el caso de los vehículos de gasolina (-4,6%), según un informe del Tribunal de Cuentas Europeo. Según el informe de fiscalización, el progreso técnico ha hecho que los motores sean más eficientes. Sin embargo, el mayor peso de los vehículos (alrededor de +10% de media) y la mayor potencia de los motores (alrededor de +25% de media) lo compensan. Según el informe, lo mismo ocurre con los vehículos híbridos. En la conducción práctica, tienden a producir emisiones significativamente superiores a las medidas en laboratorio.
Para poder evaluar mejor las emisiones reales de los híbridos, el Tribunal de Cuentas afirma que el uso proporcional de los motores eléctricos y de combustión debe registrarse con mayor precisión, pero sólo a partir de 2025. "Hasta entonces, los híbridos enchufables seguirán tratándose como vehículos de bajas emisiones, en beneficio de los fabricantes de automóviles", concluyen los auditores de la UE. Esto permite a los fabricantes seguir aplicando algunas disposiciones del Reglamento sobre CO2, lo que les ha ahorrado casi 13.000 millones de euros en cargos por superar las emisiones sólo en 2020.
"La revolución ecológica de la UE sólo puede producirse si hay muchos menos vehículos contaminantes, pero el reto es enorme", afirmó Pietro Russo, el miembro del TCE que dirigió la auditoría. "No se producirá una reducción real y tangible de las emisiones de CO2 de los automóviles mientras prevalezca el motor de combustión, pero al mismo tiempo, electrificar el parque automovilístico de la UE es una empresa de gran envergadura".
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