Publicado un estudio sobre el impacto climático de los aviones de combustión frente a los eléctricos
El Pipistrel Alpha Electro es una elección obvia, ya que el mismo avión también está disponible como modelo alimentado por combustible fósil. Esto permite a los investigadores realizar una comparación directa. En su comparación, el equipo de la universidad sueca examinó todo el impacto desde la extracción de las materias primas hasta el final de la vida útil del avión.
El resultado: el impacto climático del avión eléctrico ya es inferior al de la versión con motor de combustión tras una cuarta parte de la vida útil prevista, siempre que se utilice electricidad ecológica. Después de unas 1.000 horas de vuelo (una cuarta parte de la vida útil estimada de al menos 4.000 horas), el avión eléctrico supera a la versión de combustible fósil en términos de menor impacto climático.
"La conclusión clave de este estudio es que los pequeños aviones eléctricos pueden tener un impacto climático notablemente menor -hasta un 60 por ciento menos- y otros tipos de impacto medioambiental que los aviones equivalentes propulsados por combustibles fósiles. Sin embargo, existe una contrapartida en cuanto a la escasez de recursos minerales: alrededor de un 50 por ciento más incluso en el escenario más favorable, debido principalmente a los metales raros de las baterías de los aviones eléctricos", afirma Rickard Arvidsson, autor principal del estudio.
Sin embargo, la vida útil de las baterías de iones de litio tendría que ser aproximadamente el doble para que la escasez de materias primas fuera más o menos la misma en los aviones eléctricos que en los de combustibles fósiles. "Otra alternativa es disponer del doble de capacidad de almacenamiento de energía, de forma que sólo se necesite uno de los dos paquetes a bordo para el mismo tiempo de vuelo", añade Anders Nordelöf, uno de los otros autores del estudio.
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