Por fin eficiente: ¿Tiene el VW ID.7 lo que hay que tener para ser un coche de empresa de primera?

El ambiente de nuestro primer viaje en el utilitario de casi cinco metros de largo no podía ser más hermoso. En la Provenza francesa, el sol se hunde en el horizonte y baña los coloridos bosques del norte de Marsella con una luz maravillosamente cálida. Nos deslizamos tranquila y cómodamente a través de este espectáculo otoñal, que ya fue fuente de inspiración para Van Gogh y Monet. Nuestro coche de pruebas, un ID.7 gris ratón, el modelo más plano de todos los ID., casi se mimetiza por completo en este brillante esplendor del color de noviembre.

Esto encaja bastante bien con la imagen que siempre ha desprendido Volkswagen. Un poco estirado, muy alemán. Simplemente, ¡no destaque! Y sin embargo, lo que VW ha puesto sobre ruedas aquí es algo de lo que sentirse orgulloso. El ID.7 no tiene nada que ocultar. Este coche eléctrico promete sobre todo una cosa: mucho espacio. Con casi cinco metros (4.961 mm), los cortos voladizos típicos de la plataforma MEB garantizan una distancia entre ejes de casi tres metros (2.971 mm). Tanto al volante como en la banqueta trasera (quizá demasiado inclinada), el ID.7 deja espacio de sobra incluso para las piernas largas. Y aún más para la familia.

En este sentido, la silueta alargada con su orgullosa línea de carácter bajo el hombro de la ventanilla atraerá probablemente a dos grupos objetivo: El hombre de familia y el conductor de coche de empresa - a veces ambos en una misma persona. Pero, sobre todo, es probable que este Volkswagen eléctrico atraiga a quienes evitan los SUV y recorren largas distancias por motivos de trabajo.

Espacio para las piernas y comodidad en viajes largos

Entonces, ¿qué pueden esperar los conductores de vehículos de empresa del ID.7? Además de mucho espacio, hay mucho confort. Desde la iluminación ambiental de diez colores (hay disponible una opción de 30 colores) hasta el volante multifunción calefactado y el Head-up Display de realidad aumentada de serie por primera vez en un modelo ID, el recién llegado ofrece tanto premium que casi podría encontrarse en un Audi. Sin embargo, en la era eléctrica, características como los asientos ergoActive con sensores de humedad y masaje neumático de puntos de presión, también disponibles opcionalmente con sobrecoste, son sin duda agradables pero no necesariamente decisivas a la hora de comprar. Para los puristas como nosotros en electrive, que llevamos años circulando por autopista en Teslas en gran parte sin confort y sin grandes exigencias, es más probable que se fijen en los valores eléctricos, es decir, la eficiencia y las curvas de carga.

En este sentido, el ID.7 establece nuevos estándares (internos de VW) en este ámbito, en el que VW rara vez ha sido capaz de sumar puntos con la matriz de propulsión eléctrica modular. Nuestro viaje de seis horas por la Provenza a finales de otoño, con algunas pausas para hacer fotos, tramos de autopista (máx. 130 km/h) y varios sprints en las montañas, dejó un consumo medio de 19,9 kWh en el ordenador de a bordo. Por supuesto, el Tesla Model 3 es aún más eficiente, pero se trata de un salto cualitativo para un coche eléctrico basado en el MEB, especialmente con este nivel de confort.

Más potencia, más eficiencia, más autonomía

Estos avances se deben al motor eléctrico APP550 de nuevo desarrollo, del que Volkswagen se siente especialmente orgulloso. La máquina síncrona de imanes permanentes (PSM) suministra 210 kW al eje trasero y moviliza un potente empuje, especialmente en marcha. Sin embargo, desde parado, los 550 Nm de par motor se regulan con demasiada suavidad para los conductores avanzados de coches eléctricos. Supongamos que puede prescindir de impresionar en los semáforos, este coche de tracción trasera comparativamente económico gana sobre todo autonomía a pesar de la potencia extra. VW promete hasta 621 kilómetros en WLTP y, por tanto, considera que el ID.7 está a la altura de los "modelos con motor de gasolina", como el Passat, tan popular entre los conductores de vehículos de empresa hasta la fecha.

Por supuesto, el consumo WLTP declarado de 16,3 a 14,1 kWh es una teoría tan gris como el color de nuestro coche de pruebas en Provenza. Y, sin embargo, el ID.7 consigue más autonomía con la batería de 77 kWh (bruta: 82) que cualquier coche eléctrico MEB anterior. Y cuando llegue el anunciado ID.7 Pro S con nada menos que 86 kWh netos (y 91 brutos) para hasta 700 kilómetros WLTP, los escépticos comerciales se quedarán por fin sin argumentos para los motores diésel. A menos, claro está, que generalmente no se detengan antes y durante los viajes de negocios.

Hablando de pausas, casi sin querer (e innecesariamente), condujimos nuestro coche de pruebas a un HPC en el sur de Francia. Sin activar el nuevo calentador de la batería (fue una decisión bastante espontánea realizar la prueba de carga), el ID.7 cargó a 135 kW con un SOC inicial de 33%. En condiciones ideales o con el calentador de batería (de arranque automático o manual), deberían ser posibles 175 kW; la ID.7 Pro S incluso 200 kW. En ambos casos, la media hora obligatoria para el 10% al 80% debería ser suficiente. También es tiempo suficiente para desechar el café viejo, tomar uno nuevo y un tentempié saludable, y revisar algunos correos electrónicos.

¿Conduciría Van Gogh un ID.7?

¿Qué más requeriría la felicidad de un coche de empresa? Bueno, podríamos seguir hablando del diseño del ID.7 (según VW, "tan centrado y seguro como simpático"). O hablar de otras innovaciones de los ingenieros, como las salidas de aire inteligentes del interior o la válvula amortiguadora optimizada de la dirección. También podríamos hablar del sistema de infoentretenimiento, que aún tiene algunas profundidades en los menús y en los clics, pero que parece mucho más maduro que cualquier otro disponible en cualquier MEB hasta la fecha. Pero estamos seguros de que ninguno marcará la diferencia en el coche de empresa.

Pero eso es precisamente lo que podría ser el ID.7: su nuevo coche eléctrico de empresa. Supongamos que sale a la venta a finales de año a precios a partir de 56.995 euros, y que las impresiones positivas de nuestra prueba de conducción en Provenza se mantienen en otras autopistas, concretamente alemanas. En ese caso, esta reinterpretación eléctrica del VW Passat tendrá la oportunidad de renovar la empañada imagen de los modelos ID. Y entonces, en condiciones favorables, esta berlina de gama media-alta se convertirá en lo que tanto desean sus creadores: un "coche de clase mundial" eléctrico de VW. Gris ratón, quizá, según el acabado, pero con una iluminación ambiental en el interior inspirada en la Provenza. Quizá incluso Van Gogh haría un pedido.