Pau interrumpe el proyecto H2 - y compra autobuses de baterías en el futuro

Otro municipio de Francia está cambiando los autobuses de hidrógeno por los eléctricos de batería. La ciudad de Pau justificó su decisión de poner fin a su prueba de cuatro años con autobuses de H2 por las frecuentes averías y el aumento de los costes del hidrógeno.

En 2019, la ciudad meridional francesa de Pau puso en servicio ocho autobuses H2. Se han encargado cuatro más, pero estos serán probablemente los últimos autobuses propulsados por H2 en Pau. Después, la ciudad planea adquirir únicamente autobuses eléctricos de baterías. Jérémie Neillo, jefe de operaciones de transporte de Pau, declaró al periódico francés La Gazette des Communes sobre las numerosas averías y que los costes del combustible H2 casi se han duplicado. La consecuencia: "Compraremos ocho autobuses al año durante los próximos diez años. El hidrógeno sería demasiado difícil de manejar". En su lugar, la ciudad quiere cambiar a autobuses eléctricos de batería.

En 2019, Pau presumió de haber puesto en funcionamiento el primer sistema mundial de autobuses exprés propulsados por hidrógeno bajo el nombre de Fébus. Desde entonces, han estado en funcionamiento ocho autobuses Van Hool de pila de combustible ExquiCity18 con diseño de tranvía. La tecnología de pila de combustible de los autobuses procede de Ballard Power Systems. Como en muchos modelos Van Hool, la propulsión es suministrada por Siemens. Los autobuses articulados de 18 metros de largo ofrecen espacio para 125 pasajeros y pueden recorrer sobre el papel más de 300 kilómetros por carga de hidrógeno.

Los autobuses rápidos de hidrógeno formaban parte de una importante reorganización del sistema de transporte público de Pau en 2019. Se utilizan en una ruta dedicada a autobuses exprés en la ciudad del sur de Francia, que tiene seis kilómetros de longitud y 14 paradas. El 85% de la ruta discurre por un carril protegido, y los autobuses exprés tienen prioridad en los cruces. Esto significa que el tiempo de viaje de 17 minutos puede mantenerse incluso con tráfico denso, lo que hace que la ruta resulte atractiva en comparación con otros medios de transporte.

Según Neillo, aunque el servicio funciona el 99% del tiempo, es "una aventura diaria". Sitúa los costes de funcionamiento en casi un millón de euros al año. Sin embargo, eso se debe a los contratos de mantenimiento a tanto alzado. De lo contrario, los costes de mantenimiento y reparaciones añadirían otros 300.000 euros a la factura.

La administración de la región metropolitana francesa de Montpellier había decidido anteriormente en contra de la compra de autobuses de hidrógeno en favor de autobuses de batería, en contra de los planes anteriores.

lagazettedescommunes.com (en francés, paywall) vía hydrogeninsight.com, thedriven.io

1 Comentario

acerca de "Pau interrumpe el proyecto H2 - y compra autobuses de baterías en el futuro"
Moisés Pereira
14.11.2023 um 15:31
Espero que esto sirva de lección a todos los gobiernos que siguen queriendo gastar el dinero de nuestros contribuyentes para satisfacer las ambiciones de las grandes petroleras.

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