El Gobierno británico aprueba las últimas normas sobre infraestructuras de recarga
Los diputados británicos han aprobado ahora una resolución que facilita la comparación de precios en los cargadores públicos de vehículos eléctricos de todo el país. De este modo, los operadores de los puntos de recarga deberán mostrar el coste de la carga en peniques por kilovatio hora en el propio cargador o a través de un dispositivo independiente al que se pueda acceder sin contrato.
Además, los OPC deben facilitar determinados datos, como datos o aplicaciones y mapas, así como la velocidad de recarga e información sobre si un punto de recarga funciona y es de uso gratuito. También les exige que establezcan líneas de atención telefónica 24 horas al día, 7 días a la semana.
"[La nueva normativa] hará que el cambio a la electricidad sea más fácil que nunca para los conductores, apoyará la economía y ayudará al Reino Unido a alcanzar sus objetivos para 2035", afirma el ministro de Tecnología y Descarbonización, Jesse Norman.
El reglamento se propuso por primera vez en julio y siguen en gran medida la "Estrategia de infraestructura para vehículos eléctricos" anunciada en Marzo de 2022. El entonces primer ministro, Boris Johnson, quería que la recarga de los VE fuera más fácil y barata que el repostaje de los vehículos ICE.
El gobierno también hizo un llamamiento a las autoridades locales para que continúen con el despliegue de la infraestructura de recarga, recordándoles que ya están abiertas las solicitudes para el fondo de 381 millones de euros "Infraestructura local de VE".
El Gobierno ha anunciado recientemente que it se atiene a los objetivos de VE previamente definidos para los próximos años - a pesar de haber retrasado cinco años, hasta 2035, la prohibición de los vehículos con motor de combustión interna. De este modo, los fabricantes de automóviles del Reino Unido deberán garantizar que, a partir de enero, al menos el 22% de sus coches vendidos no produzcan emisiones locales. En el caso de las furgonetas, el objetivo es del 10%. La cuota aumentará al 80% para los coches y al 70% para las furgonetas nuevas en 2030. Para 2035, todos los vehículos nuevos que se vendan deberán ser eléctricos.
Esto se produce después de que el primer ministro británico Rishi Sunak hizo retroceder una prohibición de venta en coches nuevos con motor de combustión interna de 2030 a 2035.
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