EE.UU: Ford interrumpe las obras de construcción de la fábrica de células LFP
Los trabajos en la planta de células de baterías LFP de Ford en Marshall, Michigan, se han detenido. "Estamos pausando el trabajo y limitando el gasto en construcción en el proyecto de Marshall hasta que estemos seguros de nuestra capacidad para operar competitivamente la planta", dijo el fabricante de automóviles, declinando dar la razón específica de la decisión. Había varias cosas que considerar, añadió Ford. "No hemos tomado ninguna decisión definitiva sobre la inversión prevista allí".
Negociaciones en curso con el sindicato United Auto Workers (UAW), que ha estado en huelga en Ford, GM y Stellantis en EE.UU. durante varios días, será probablemente esencial para la decisión. Las negociaciones incluyen los salarios de los trabajadores de las fábricas de baterías -el sindicato quiere que obtengan los mismos salarios que los trabajadores de las plantas de montaje y de motores- aunque su trabajo en la producción automatizada de células no sea directamente comparable. El líder de la UAW, Shawn Fain, criticó a Ford y calificó la decisión de "vergonzosa amenaza apenas velada de Ford de recortar puestos de trabajo".
La planta de células de baterías de Ford en Marshall iba a empezar a producir células LFP basadas en tecnología del fabricante chino de baterías CATL en 2026. El proyecto representa una inversión total prevista de 3.500 millones de dólares.
Oficialmente, la fábrica no es una empresa conjunta entre Ford y CATL. Ford explotará la fábrica, concediendo a CATL la licencia de la tecnología desarrollada en China. Así pues, se supone que la fábrica de células de Marshall puede acogerse a la financiación de la Ley de Reducción de la Inflación, ya que (sobre el papel) se está financiando a una empresa estadounidense y no se está destinando dinero de los impuestos a una empresa china, a pesar de que Ford probablemente no sería capaz de hacer funcionar la fábrica (en el calendario previsto) sin los conocimientos técnicos de CATL.
Mientras tanto, los políticos estadounidenses parecen algo divididos sobre cómo responder al conflicto entre la UAW y las "Tres Grandes" (es decir, GM, Ford y Stellantis). Se espera que el presidente estadounidense, Joe Biden, acuda el martes a Michigan para apoyar a los trabajadores en huelga. Por su parte, la gobernadora de Michigan, la también demócrata Gretchen Whitmer, apuesta por un acuerdo amistoso y afirma: "Ford ha dejado claro que se trata de una pausa, y seguiremos presionando para que las negociaciones entre las Tres Grandes y la UAW tengan éxito, de modo que los habitantes de Michigan puedan volver al trabajo haciendo lo que mejor saben hacer."
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