París dice adiós a la "trottinette
Los patinetes de alquiler están ahora prohibidos en París tras una votación (impopular) a principios de este año. La ciudad se convirtió en la primera capital europea en prohibir los e-scooters flotantes en sus calles. Al principio, la alcaldesa Anne Hidalgo había calificado a estas pequeñas máquinas de molestas, pero la prohibición parece única.
También se podría decir que la prohibición era un poco drástica. Al mismo tiempo, las trottinettes, como las llaman los franceses, se habían convertido en un problema masivo en París. Las primeras se pusieron en marcha en 2018, y pronto los parisinos pudieron encontrar no menos de 15.000 e-scooters, muchos de ellos abarrotando las carreteras al ser abandonados donde estaban.
Esto pronto se convirtió en un problema, llevando a Hidalgo a convocar un referéndum en Abril de 2023. Aunque casi el 90% votó en contra de los patinetes, la participación fue de sólo el 7,5%, pero el ayuntamiento decidió seguir la votación.
La prohibición entrará en vigor el 1 de septiembre y se aplicará a todos los scooters de alquiler. La gente podrá seguir zumbando por París en patinetes de propiedad privada. Aun así, esto deja a los casi 400.000 usuarios de 2022 sin acceso a un vehículo divertido y rápido.
Al mismo tiempo, los vehículos no sólo han abarrotado las calles, sino que también se han cobrado víctimas. Según datos del gobierno, sólo en julio murieron diez motoristas en Francia.
Los tres proveedores de París, Tier, Dott y Lime, desplegarán ahora sus vehículos en otras ciudades.
Clement Pette, jefe de operaciones de Tier en Francia, declaró a los medios locales que el de París era un "caso único" y una "gran vuelta de hoja". El viernes, la empresa con sede en Berlín había recogido 3.000 de sus 5.000 scooters.
Lime envía sus patinetes de París a Lille, Copenhague y ciudades alemanas, y Dott se dispone a enviarlos hasta Tel Aviv.
Si bien es cierto que París es un caso único, también porque los patinetes flotaban libremente, lo que significa que pronto podrían encontrarse en cualquier parte, se trata de un problema al que también se enfrentan otras ciudades. Aunque llegó tarde al juego de los scooters, Londres sólo permitió un despliegue restringido y exigió que las pequeñas máquinas tuvieran plazas de aparcamiento designadas, de forma muy parecida a un plan de bicicletas. Otras restricciones diseñadas para hacer que los e-scooters sean más compatibles con la vida en la ciudad incluyen límites de velocidad y medidas antiobstrucción como hacer una foto al dejar el mini EV. Para París, sin embargo, estas medidas fueron demasiado pocas y llegaron demasiado tarde.
No está claro si la prohibición de los sistemas de alquiler hará que las ciudades sean más seguras. Casos recientes en Barcelona y Londres, entre otras, documentan el incendio de las baterías de los e-scooters, que suelen ser de propiedad privada y de fabricación barata. En estas dos ciudades y en Hamburgo, ahora está prohibido llevar patinetes eléctricos en el metro.
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