Fraunhofer ISE integra células solares en el capó de un coche
Aunque el techo del vehículo es la superficie más fácil de utilizar para generar energía solar a bordo de los coches, los investigadores del Fraunhofer ISE fueron un paso más allá. Como parte de dos proyectos de investigación financiados con fondos públicos, integraron células solares en la chapa estándar del capó de un coche.
El capó fotovoltaico, que se expondrá próximamente en la IAA Mobility, tiene una potencia nominal de 115 vatios, cuenta con 120 células solares de tejas PERC y es de color gris. "La tecnología también podría aplicarse a los techos metálicos de los vehículos, que tendrían la ventaja de ser mucho más ligeros que los techos fotovoltaicos de cristal", explicó el Dr. Harry Wirth, responsable de soluciones energéticas del Fraunhofer ISE. En combinación con la tecnología "MorphoColor" del instituto de investigación, la superficie solarmente activa puede incluso adaptarse al color del coche.
"Aplicamos las células solares al panel del capó de un modelo de coche que se vende con frecuencia en Alemania, las interconectamos y las laminamos con película", añadió el Dr. Martin Heinrich, coordinador de movilidad fotovoltaica del Fraunhofer ISE. "Para lograrlo, el proceso de laminación se optimizó cuidadosamente para minimizar las bolsas de aire, evitar las arrugas del módulo de película, que pueden producirse debido a la curvatura de la superficie, y mantener la integridad general de la estructura del capó."
El instituto Fraunhofer ISE había experimentado con una premisa similar en Octubre de 2021, equipar un camión eléctrico de 18 toneladas con paneles fotovoltaicos, cuyo objetivo era suministrar entre el cinco y el diez por ciento de las necesidades energéticas del camión. El proyecto se puso en marcha un año antes, en Abril de 2020. Sin embargo, la base tecnológica del proyecto se había desarrollado incluso antes, ya que el Fraunhofer ISE había anunciado en 2019. En su momento se habló de un consumo del coche eléctrico de 17 kWh cada 100 km y un kilometraje anual de 15.000 km en las condiciones de la ciudad alemana de Friburgo.
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