La iniciativa "Flotas corporativas más ecológicas" pide a la UE que acelere la transición al VE
En una carta abierta a la Comisión Europea, una treintena de empresas como Uber, Ikea, Coca-Cola o Leaseplan exigen que a partir de 2030 sólo se permitan en la Unión Europea coches de empresa y furgonetas de reparto eléctricos. A partir de entonces, no deberían permitirse nuevos coches o furgonetas con motores de combustión interna en las flotas de las empresas.
Las empresas, entre las que se encuentran Tesco, SAP, Umicore y EVBox, piden a la Comisión que proponga un reglamento que establezca objetivos vinculantes de cero emisiones para las flotas corporativas antes de octubre de 2023, como parte de su iniciativa "Flotas corporativas más ecológicas". La propuesta legislativa también debería permitir a los Estados miembros fijar objetivos y plazos nacionales más ambiciosos para las flotas de cero emisiones. La carta también pide que se acelere la expansión de la infraestructura de recarga.
Las empresas basan su empuje en el hecho de que el 60% de los coches vendidos en Europa son de empresa y que estos vehículos se conducen el doble que los particulares. Las decisiones de compra de los gestores de flotas también influyen significativamente en el resto del mercado, ya que los vehículos suelen llegar al mercado de segunda mano después de sólo tres o cinco años. Según la carta, las empresas están en una buena posición para liderar este impulso hacia la electrificación porque tienden a tomar decisiones de compra basadas en el coste total de propiedad (TCO), donde los vehículos eléctricos tienen ventaja sobre los de combustión interna.
Acelerar la electrificación de las flotas podría resultar rentable para la UE de tres maneras: reduciendo rápidamente las emisiones del transporte por carretera, reduciendo la dependencia de las importaciones de petróleo ruso y creando un próspero mercado de segunda mano de vehículos eléctricos asequibles.
La Unión Europea se está preparando para prohibir la venta de coches de combustión y vehículos comerciales ligeros a partir de 2035, por lo que esto podría empujar al mercado a avanzar más rápidamente. La legislación correspondiente está actualmente en manos de los Estados miembros, después de que el Parlamento haya aprobado el proyecto de la Comisión.
Esto ocurrió simultáneamente con la presentación por parte de la Comisión Europea de su proyecto también para descarbonizar los vehículos pesados en el bloque como informó a principios de esta semana.
En consecuencia, los firmantes de la carta abierta piden a la UE que amplíe el ámbito de aplicación a los vehículos industriales pesados y establezca objetivos de compra vinculantes para las flotas de cierto tamaño. "Estos objetivos deberían estar en consonancia con que todos los vehículos industriales pesados nuevos sean de emisiones cero para 2035", escriben, presionando así también para acelerar la descarbonización. El borrador actual pide que los vehículos pesados sean de emisiones cero en 2040, pero sólo establece un objetivo de 90%. Esto ha sido criticado por organizaciones y algunos miembros de la industria.
En cuanto a la carta, las organizaciones y empresas quieren que la Comisión Europea "envíe una señal firme a los responsables políticos, a los fabricantes de automóviles y a otros agentes de la industria de que el futuro es eléctrico y necesitamos las condiciones marco adecuadas para cambiar de marcha".
Información adicional de Nora Manthey.
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