CES: Italdesign imagina una lanzadera hipermodular Climb-E

Italdesign llevó al CES de Las Vegas un diseño modular único. Su Climb-E es una plataforma de transporte autónomo en forma de lanzadera eléctrica. La cabina básica tiene espacio para cuatro pasajeros, pero Italdesign lo ha llevado mucho más lejos.

Puesto que el habitáculo del concepto modular puede separarse de la propulsión eléctrica y de la plataforma, y la lanzadera transformarse en una consulta de dentista, una sala de estar o un restaurante, por citar algunos ejemplos. Aparte del uso privado, Italdesign prevé que el Climb-E "garantice diferentes servicios directamente a la puerta de la gente", incluidos servicios médicos, veterinarios o de hostelería; de nuevo, la lista puede continuarse a voluntad.

Por supuesto, la multitud de usos y la movilidad prevista requieren nuevas infraestructuras. Ahí es donde entra en juego la colaboración entre Italdesign, el fabricante de ascensores Schindler y la Universidad Politécnica de Turín (Politecnico di Torino). La idea: los edificios del futuro podrían diseñarse para integrar el Climb-E como un componente más, utilizando ascensores y elevadores para desplazar los módulos según las necesidades. Los diseñadores prevén que el desarrollo de nuevos proyectos podría llevar a adaptar el concepto a los edificios históricos y al patrimonio arquitectónico, algo imprescindible en Italia.

Por el momento, la cabina del Climb-E se acopla a una plataforma totalmente eléctrica denominada "el patín", que le permite desplazarse de forma autónoma.
El planteamiento de separar el habitáculo de la plataforma de conducción no es, por supuesto, totalmente nuevo y es algo que Mercedes exploró en el Visión Urbanetic en el CES de 2019. También está la Rinspeed Snap concepto desarrollado en 2018 que sigue reiterándose.
Sorprendentemente, sin embargo, Italdesign quiere que el patín sea compartido en lugar de propiedad, permitiendo su almacenamiento en contenedores subterráneos o espacios en desuso de la ciudad. Tecnológicamente, la plataforma se basa en la dirección a las cuatro ruedas y la tracción total, al tiempo que integra los motores eléctricos en el interior de las ruedas.

Italdesign quiere que el Climb-E tenga una autonomía de 200 millas (322 km) y se cargue a 80% en 15 minutos mediante cargadores inductivos. Para trayectos más largos, Italdesign imagina diferentes tipos de portadores.

En el exterior, el diseño es simétrico, con la parte inferior de la carrocería fabricada en material compuesto y la parte superior con amplias zonas acristaladas que pueden oscurecerse para mayor privacidad.

En el interior, Italdesign ve sofás configurables, mesas, compartimentos portaobjetos y pantallas para contenidos multimedia. El infoentretenimiento se completa con iluminación ambiental regulable y climatizador, todo ello manejado mediante pantallas táctiles o control por voz. Para la tapicería, Italdesign ha elegido cuero ecológico, poliéster reciclado y Alcántara.

El comunicado de prensa concluye con una nota: "el Climb-E es puramente un estudio de diseño como parte de la investigación de soluciones de movilidad innovadoras, pero eso no excluye la posibilidad de que algunas de sus características se utilicen potencialmente en futuros vehículos de producción". Nos gustaría verlo, sobre todo porque otras lanzaderas expuestas en el CES aspiran a convertirse en una realidad en la vida cotidiana, como el Holon Mover o el último e-shuttle por ZF.

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