Morir por estar en un Tesla
En los Países Bajos, la empresa holandesa Derks Uitvaartmobiliteit ha convertido el Tesla Model 3 en un coche fúnebre. La empresa denomina al vehículo Tesla Hearse 3, que se basa en el Model 3 con tracción trasera y una batería Range Plus de serie.
El coche fúnebre eléctrico requirió considerables modificaciones de la carrocería y un estiramiento de la distancia entre ejes. El Tesla Hearse 3 también viene con un techo corredizo opcional en la parte trasera y compartimentos especiales para guardar objetos.
Las extensas modificaciones dan como resultado una autonomía algo menor, pero como los muertos no suelen hacer viajes por carretera, con 350-375 km (218-233 millas), sigue siendo suficiente para deslizarse silenciosamente hasta el cementerio.
Esta modificación de un Tesla para coche fúnebre no es en absoluto una primicia. En 2020, el El fabricante británico de coches funerarios Coleman Milne comenzó a ofrecer un coche fúnebre puramente eléctrico basado en el Tesla Model S, y el El ingeniero noruego Jan Erik Naley también ha emprendido una conversión especial del Model S en coche fúnebre. Cada uno de estos vehículos eléctricos fúnebres tiene su propio estilo.