Fox E-Mobility retrasa el Mia 2.0 debido a una reestructuración financiera
Fox E-Mobility ha proporcionado una actualización sobre su plan para revivir el coche eléctrico Mia. La financiación de esta empresa es "un gran reto": en la junta general de accionistas de enero se aprobará un plan de reestructuración. La situación financiera es tensa.
Como escribió la empresa en un reciente comunicado, depende de capital fresco del exterior. "El mantenimiento de la solvencia y, por tanto, de la hipótesis de empresa en funcionamiento depende del apoyo financiero y de la capitalización de proveedores de capital externos", explicó Fox E-Mobility.
A principios de este año, la empresa había presentado el diseño final del Mia 2.0, con los primeros prototipos aún en camino para 2022. Ahora, la construcción de un vehículo conceptual está prevista para 2023. Posteriormente, se fabricará un prototipo para la producción en serie. A principios de año, aún se mencionaba 2024 como fecha de inicio de la producción en serie, pero la empresa no ha facilitado más información al respecto.
Sin embargo, aún está por ver si el prototipo se fabricará el año que viene, tal y como estaba previsto, porque en enero hay que tomar otra decisión importante: La dirección de Fox E-Mobility está trabajando en un plan de reestructuración que se presentará a los accionistas en la junta general anual prevista para el 31 de enero de 2023. Las medidas de reestructuración previstas incluyen, entre otras cosas, la conversión de la forma jurídica de la empresa en una sociedad anónima irlandesa (y, por tanto, el traslado de la sede a Irlanda), que seguirá cotizando en la Bolsa de Düsseldorf con una futura cotización secundaria en Euronext. La nueva estructura corporativa se implantará antes de abril de 2023.
Probablemente, la dirección espera que la reestructuración mejore el acceso a los proveedores de capital externo. Si esto no tiene éxito, el "mantenimiento de la solvencia" corre grave peligro, como se ha descrito al principio.
La empresa también ha publicado sus cifras anuales auditadas para el ejercicio 2021. Éstas muestran un déficit de 3,8 millones de euros. Los fondos propios se mantienen en torno a los 69 millones de euros. Aún no se conocen cifras para 2022. Sin embargo, Fox E-Mobility afirma que los gastos se han reducido mediante medidas de recorte de gastos y ahorro en comparación con la planificación original.
"Con el MIA 2.0, estamos desarrollando un vehículo eléctrico innovador para el transporte individual de pasajeros y para aplicaciones logísticas. La demanda de las soluciones correspondientes es ininterrumpidamente alta", afirma Philippe Perret, director general de Fox E-Mobility. "La financiación de este proyecto es un reto enorme, que estamos afrontando con determinación. El desarrollo del plan de reestructuración y la programación de la Junta General Anual son pasos importantes en este camino."
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