Mullen se hace cargo de Electric Last Mile Solutions
Tras adquirir una participación mayoritaria en Bollinger Motors, la start-up estadounidense de coches eléctricos Mullen ha completado ahora también la adquisición del proveedor de vehículos eléctricos utilitarios Electric Last Mile Solutions (ELMS). La adquisición no ha sido favorable, pero debería acelerar significativamente los planes de producción.
ELMS tuvo se declaró insolvente en junio. En septiembre se supo que Mullen era el principal licitador para ELMS. Ahora ya es oficial: Mullen ha recibido la aprobación del tribunal de quiebras estadounidense para hacerse con ELMS por 240 millones de dólares.
Esto incluye la planta de producción ELMS de Mishawaka, en el estado norteamericano de Indiana, que permitirá a Mullen producir hasta 50.000 vehículos al año en el futuro. En concreto, Mullen tiene previsto fabricar allí su SUV eléctrico Five, así como el SUV eléctrico B1 y su Variante de pastilla B2 de Bollinger. Gracias a la adquisición, los planes se acelerarán en más de doce meses, dijo Mullen en el comunicado. La planta de Mishawaka solía construir el Hummer H2, por ejemplo, y la Clase R de Mercedes como producción por contrato.
La actual planta de Mullen en Tunica, Mississippi, se utilizará en el futuro para la producción de todos los vehículos comerciales de Mullen y Bollinger. La producción del SUV eléctrico Five estaba prevista inicialmente allí, pero ahora se ha trasladado a Indiana.
Según el comunicado de prensa, Mullen espera que las nuevas capacidades superen las previsiones anteriores de la empresa sobre el volumen total de producción. Pero: se dice que los productos serán sólo vehículos de Mullen y Bollinger; no se construirán los e-transporters de ELMS. Anteriormente, Mullen había anunciado dos modelos de furgonetas eléctricas propias, aunque probablemente no se trataba de desarrollos propios sino de modelos de marca china.
El episodio de la furgoneta china formaba parte de un ataque del vendedor en corto Hindenburg Research contra Mullen Automotive. En abril, Hindenburg acusó a la start-up de mala conducta, por ejemplo en relación con los informes de pedidos recibidos para sus vehículos, pero también en relación con el supuesto estado de desarrollo de sus baterías de estado sólido, que, según Hindenburg, no guardaban relación con los gastos mínimos de desarrollo. De hecho, Mullen había tenido una historia accidentada y había cambiado sus planes varias veces. No obstante, parece haber sobrevivido al ataque de los vendedores a corto, como sugieren las dos adquisiciones de los últimos meses.
0 Comentarios