Tailandia adopta nuevos incentivos para vehículos eléctricos
El gobierno tailandés ha adoptado nuevos incentivos gubernamentales para acelerar la transición a los vehículos eléctricos. Los incentivos forman parte del plan del gobierno tailandés para convertir la mitad de la producción total de automóviles del país en vehículos eléctricos para 2030.
En abril del año pasado, el gobierno tailandés ya aceleró sus planes de transición del sector automovilístico del país hacia la movilidad eléctrica. El nuevo paquete de incentivos incluye una reducción de los aranceles de importación este año y el próximo de hasta el 40% para los vehículos eléctricos prefabricados con un precio de hasta 2 millones de baht y del 20% para los que tengan un precio de entre 2 y 7 millones de baht (55.000 - 192.000 euros). El gobierno también reducirá los impuestos especiales sobre los vehículos eléctricos importados del 8% al 2%. Los fabricantes que cumplan los requisitos también recibirán subvenciones de entre 70.000 baht (1.922 euros) y 150.000 baht (4.119 euros) por cada coche eléctrico y de 18.000 baht (494 euros) por las motocicletas eléctricas.
Tailandia ya es un centro de producción automovilística, el país pretende capitalizar su transición para convertirse en un centro de producción de vehículos eléctricos. A ello contribuye un buen suministro de níquel para los componentes de las baterías procedente de la vecina Indonesia. Tailandia ya exporta 64% de sus vehículos fabricados al extranjero. Entre las empresas con instalaciones de producción y componentes para vehículos eléctricos en Tailandia se encuentran, Daimler, Toyota, Nissan, Honda, BMW, Mercedes, Evelomo, Foxconn, Gogoroy más recientemente, SAIC. La producción de vehículos y componentes de emisiones cero en el país incluye tanto vehículos eléctricos de batería (BEV) como vehículos de pila de combustible de hidrógeno (FCEV) que abarcan desde la micromovilidad hasta los vehículos pesados de largo recorrido.
Tailandia está geográficamente bien posicionada para servir a los mercados asiáticos y se ve reforzada por los recursos de níquel cercanos a Indonesia, que representan una cuarta parte de los recursos mundiales de níquel. En cuanto al hemisferio sur, Sudáfrica es un mercado emergente que ha identificado la necesidad de desarrollar su capacidad de EV, a la que las capacidades de producción tailandesas servirían bien. Los nuevos incentivos que acaban de aprobarse incluyen también la reducción drástica de los tipos del impuesto sobre la renta de 35% a 17% para los profesionales extranjeros cualificados en determinadas industrias.
Los programas de subvenciones se financian con 3.000 millones de baht (90,4 millones de dólares o 82,6 millones de euros) del presupuesto central del país para 2022 y con la inversión a más largo plazo de 40.000 millones de baht (1.200 millones de dólares o 1.100 millones de euros) en la industria de los vehículos eléctricos entre 2023 y 2025.
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