El gobierno estadounidense invierte en flotas de autobuses eléctricos
El gobierno estadounidense va a conceder casi $1.500 millones en subvenciones en 2022 para modernizar las flotas y las instalaciones de autobuses de todo el país. Del dinero asignado, $1.100 millones se destinarán sólo este año al programa de bajas o nulas emisiones (Low-No).
El equivalente a 1.010 millones de euros de el paquete de infraestructuras ayudará a las agencias de transporte a adquirir o arrendar vehículos de bajas o nulas emisiones fabricados en EE.UU., incluidos los equipos o instalaciones asociados.
A lo largo de cinco años, se destinarán al programa $5.500 millones (5.050 millones de euros). Según el Departamento de Transporte estadounidense, se trata de "diez veces la financiación de los cinco años anteriores", una aparente punzada a las políticas de financiación del presidente republicano Donald Trump.
"Este es otro ejemplo de la Ley Bipartidista de Infraestructuras del Presidente Biden en acción. Estamos haciendo la mayor inversión jamás realizada en este programa para autobuses e instalaciones de autobuses, ayudando a ofrecer mejores desplazamientos y un aire más limpio a las comunidades estadounidenses", afirma el Secretario de Transporte de EE.UU., Pete Buttigieg.
Los fondos se ponen a disposición a través de la Administración Federal de Tránsito (FTA). "La fabricación de miles de autobuses nuevos, construidos en Estados Unidos, creará puestos de trabajo en toda nuestra nación y ofrecerá viajes más limpios, rápidos y seguros a medida que avanzamos hacia un futuro mejor del transporte", afirma Nuria Fernández, administradora de la FTA.
Como parte de la ley de infraestructuras, el gobierno estadounidense ya ha puesto en marcha un programa de incentivos a la infraestructura de recarga y ha anunciado inversiones multimillonarias en la cadena de suministro de pilas. Además, Las agencias estadounidenses deberán adquirir sólo vehículos eléctricos a partir de 2027.
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