Montpellier renuncia al proyecto de hidrógeno en favor de autobuses eléctricos a pilas, por ahora
El proyecto de Montpellier de adquirir más de 50 autobuses de hidrógeno ha sido desechado, y la ciudad francesa opta ahora por autobuses eléctricos de batería. Los medios de comunicación franceses analizan las razones de esta decisión que implica un cambio de gestión pero, sobre todo, la cuestión del coste de explotación.
Un portal de La Tribune dio la noticia tras el anuncio de Michaël Delafosse, Presidente de la ciudad de Montpellier, que había decidido interrumpir el proyecto antes de que despegara. Sin embargo, llevaba dos años gestándose, bajo el nombre de proyecto "Montpellier Horizonte Hidrógeno" y puesto en marcha por un equipo dirigido por Philippe Saurel, a quien Delafosse ha sucedido desde entonces.
Inicialmente, la ciudad iba a adquirir 51 autobuses de hidrógeno para cuatro futuras rutas de autobús. Los primeros 21 autobuses de pila de combustible debían entrar en servicio a partir de 2023 y 30 a partir de 2025. Además, habían obtenido financiación de numerosas fuentes por un coste previsto de 29 millones de euros, escribe La Tribune. Montpellier había creado incluso una empresa conjunta entre Energies du Sud e Hynamics, filial del grupo EDF. El equipo debía instalar una estación de producción de hidrógeno por electrólisis de 800 kg/día, una central fotovoltaica de 2,8 MWp, estaciones de almacenamiento y distribución de hidrógeno.
Sin embargo, ahora parece que estos cálculos no han dado resultado. En su lugar, Montpellier renuncia a la compra de los autobuses de hidrógeno en favor de los autobuses de batería alegando que los costes de funcionamiento de los autobuses de H2 serían más de seis veces superiores a los de los autobuses de batería. Concretamente, la ciudad calcula que los autobuses de H2 les costarían 95 céntimos por kilómetro frente a los 15 céntimos por kilómetro de los autobuses de batería.
"La tecnología del hidrógeno es prometedora", declaró Michaël Delafosse el 4 de enero. "Pero nos ayudaron en la inversión, no en la explotación", por lo que en el plan original sólo se tuvieron en cuenta los costes de inversión, pero no los de explotación.
Sin embargo, no quieren enterrar por completo el proyecto de los autobuses de hidrógeno: "Prescindiremos de los autobuses de hidrógeno por el momento y veremos en 2030 si el hidrógeno es más barato entonces", añadió Delafosse.
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latribune.fr (en francés)
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