Bosch quiere construir una cadena de suministro europea para semiconductores
Un nuevo proyecto llamado "Transform" se dedica a construir una cadena de suministro europea resistente para la tecnología de semiconductores de carburo de silicio. Bajo la dirección de Bosch, colaboran en este proyecto 34 empresas, universidades e instituciones de investigación de siete países europeos.
Transform" significa "Cadena de valor europea del SiC de confianza para una economía más verde". Bajo la dirección del consorcio de Bosch, los participantes en el proyecto se dedican a construir una cadena de suministro que abarque desde los materiales de partida y las obleas hasta los semiconductores de potencia de SiC y la electrónica de potencia completa. Su demanda crecerá fuertemente, sobre todo en las aplicaciones que consumen mucha energía, desde los accionamientos de vehículos eléctricos hasta las estaciones de carga y el suministro eléctrico.
En su comunicado, Bosch cita estadísticas de estudios de mercado de Yole, según las cuales se espera que el mercado total de SiC crezca una media del 30% cada año hasta superar los 2.500 millones de dólares estadounidenses en 2025. Por ello, el proyecto de financiación desarrollará nuevas tecnologías de SiC, así como procesos y métodos para su producción. Además, los participantes en el proyecto quieren garantizar la disponibilidad de maquinaria y equipos para la producción de sustratos y obleas hasta la electrónica de potencia de los proveedores europeos.
Las tecnologías basadas en el carburo de silicio (SiC) y los componentes electrónicos correspondientes se consideran una garantía para el uso eficiente de la energía eléctrica disponible. "El proyecto Transform pretende ayudar a Europa a ocupar una posición de liderazgo en las nuevas tecnologías basadas en el carburo de silicio", afirma Jens Fabrowsky, miembro del Consejo de Administración de la División Electrónica del Automóvil de Bosch. El proyecto de financiación, que durará hasta 2024, se centra en un total de cinco aplicaciones en los sectores de la automoción, la industria, las energías renovables y la agricultura.
A continuación, un excurso sobre la importancia de la tecnología SiC: En muchos casos, la electrónica de potencia de los sistemas electrónicos controla los procesos de conmutación de la energía disponible y se encarga de que se utilice de la forma más eficiente posible. Los denominados semiconductores de potencia se encargan de que la electrónica de potencia funcione de forma especialmente eficiente desde el punto de vista energético. Aunque estos chips se fabrican tradicionalmente con silicio de gran pureza, en la actualidad se utilizan cada vez más chips fabricados con carburo de silicio. Éstos ofrecen numerosas ventajas sobre los semiconductores de silicio: por ejemplo, tienen mejor conductividad eléctrica. Además, el SiC permite procesos de conmutación más rápidos y garantiza que se pierda mucha menos energía en forma de calor.
Además, la electrónica de potencia con componentes de SiC puede funcionar a temperaturas significativamente más altas. Como resultado, puede reducirse la normalmente costosa refrigeración, lo que ahorra directamente energía. Debido a la mayor intensidad del campo eléctrico del carburo de silicio, los componentes también pueden dimensionarse más pequeños, a pesar de una mayor eficacia en la conversión de potencia. Dependiendo del área de aplicación, los expertos esperan un ahorro energético de hasta el 30% en comparación con los chips de silicio convencionales.
El proyecto Transform ha recibido de la Unión Europea un presupuesto de más de 89 millones de euros. Reúne a los principales actores de la cadena de valor del SiC de Alemania, Francia, Italia, Austria, Suecia, España y la República Checa, según informa la sede central de Bosch. Entre las empresas asociadas figuran Aixtron, Danfoss, EV Group, Premo, Saint-Gobain, Semikron, Soitec, STMicroelectronics y Valeo-Siemens Automotive. Las organizaciones científicas participantes son, por ejemplo, la Universidad Politécnica de Brno, CEA Leti, Fraunhofer IISB y la Universidad de Sevilla.
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