Mini fabricará su último motor de combustión en 2025
La marca Mini de BMW ha presentado su estrategia para el futuro. Con ello se reafirma el objetivo anunciado anteriormente por el Grupo BMW de contar con modelos de propulsión exclusivamente eléctrica en la gama Mini a principios de la década de 2030. Ahora Mini detalla cómo pretende alcanzar este objetivo.
Mini también se reafirma en la afirmación de que en 2025 se lanzará al mercado el último modelo nuevo de Mini con propulsión de motor de combustión pura. En 2023, Mini presentará el primer modelo de una nueva generación de vehículos de propulsión puramente eléctrica. Es probable que se trate del Mini Countryman, que ya se ha anunciado para 2023, pero más sobre este modelo dentro de un momento.
Al igual que Audi, no hay un año objetivo concreto para cuando se fabricará el último motor de combustión, pero será el modelo que se lance en 2025. Basándose en un ciclo de producto normal de siete a ocho años, Mini debería convertirse en una marca de VE puros en 2032/2033, aunque un ciclo de producto normal es realmente sólo una suposición en este caso. Sin embargo, el BMW objetivo de que el Mini sea eléctrico a principios de 2030 podría lograrse de esta forma.
La futura cartera principal de vehículos eléctricos de batería incluirá el Mini de tres puertas, así como un modelo crossover en cada uno de los segmentos de coches pequeños y compactos premium. Dos modelos desarrollados desde el principio para la movilidad puramente eléctrica se fabricarán en China. Mini aún no ha especificado de qué modelos se tratará. Pero la intención es clara: con la producción local en China, la marca quiere poder "participar con más fuerza que antes en el dinámico crecimiento del mercado automovilístico chino".
En Europa, el sucesor del actual Mini Countryman se fabricará en la planta de BMW en Leipzig a partir de 2023 tanto con "propulsión electrificada como con motores de combustión". A las empresas les gusta utilizar la expresión con propulsión electrificada para describir un híbrido o un híbrido enchufable. En el caso del Countryman, sin embargo, BMW ya había confirmado que la próxima generación del modelo también vendrá con propulsión eléctrica por baterías. En concreto, el Mini Countryman se acercará al BMW X1, también fabricado en Leipzig, que también obtendrá una versión totalmente eléctrica como el iX1.
Además de aumentar la electrificación, la marca BMW quiere reducir la huella de CO2 por vehículo a lo largo de todo el ciclo de vida del producto como "claro compromiso con la sostenibilidad". Según el comunicado, esto incluye objetivos para la cadena de suministro (-20% de CO2 para 2030), el uso exclusivo de electricidad verde en la producción (se quiere ahorrar un 80% de CO2 en la producción para 2030), pero también una "proporción cada vez mayor de materiales naturales y reciclados en los vehículos".
"Mini siempre fue la respuesta a retos muy especiales para la movilidad individual. Y la voluntad de replantearse el statu quo define a la marca hasta nuestros días", afirma el director general de la marca, Bernd Körber. "Junto a la electromovilidad, el desarrollo de nuevos grupos objetivo y mercados de ventas es un factor clave para el futuro de Mini".
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