Toyota anuncia una importante inversión en baterías
Toyota tiene previsto invertir un total de 1,5 billones de yenes (unos 11.500 millones de euros) en la ampliación de su producción de baterías y en el desarrollo de las mismas para 2030. Además, Toyota está aumentando su objetivo de producción de baterías de 180 GWh a al menos 200 GWh para 2030.
A diferencia de la mayoría de los demás fabricantes, Toyota confía en su propia tecnología de baterías en sus coches eléctricos, especialmente los híbridos. Según informan los medios de comunicación, Toyota y su socio colaborador, la matriz Toyota Industries, siguen siendo los líderes del mercado mundial en patentes de baterías para automóviles.
Al parecer, con las inversiones y la ampliación de capacidad anunciadas, la empresa japonesa quiere ampliar esta ventaja competitiva. Sin embargo, esto no significa que el mayor fabricante de automóviles del mundo por volumen vaya a pasarse ahora por completo a los vehículos eléctricos de batería.
En una reunión informativa, Masahiko Maeda, director de tecnología de Toyota, declaró: "Esperamos (...) ir más allá de los 180 GWh de baterías que estamos considerando actualmente y suministrar baterías por valor de 200 GWh o más si la penetración de los BEV es más rápida de lo esperado. Por lo tanto, el importe de la inversión en el desarrollo de un sistema de suministro de baterías y en investigación y desarrollo (...) se espera que sea de unos 1,5 billones de yenes para 2030".
En comparación, Toyota produce actualmente baterías con un contenido energético acumulado del orden de seis GWh anuales. En cuanto a la electrificación, Toyota planea básicamente continuar con una mezcla de híbridos, BEV y coches de pila de combustible. Durante la sesión informativa, Maeda reiteró, entre otras cosas, la afirmación del grupo de que los coches eléctricos puros son "sólo un camino hacia la movilidad neutra en carbono".
Para 2025, el fabricante japonés tiene previsto introducir un total de 15 vehículos eléctricos de batería en todo el mundo y ampliar su gama de modelos electrificados a más de 70 vehículos en todo el mundo. En Europa, Toyota afirma que esto conducirá a una combinación de propulsores de más del 70% de híbridos, alrededor del 10% de híbridos enchufables y un buen 10% de modelos de emisiones cero -tanto coches eléctricos de batería como de pila de combustible- para 2025.
Para 2030, el grupo también prevé unas ventas mundiales de ocho millones de vehículos electrificados, incluidos dos millones de coches eléctricos de batería y de pila de combustible. En Europa, sólo se venderán vehículos eléctricos en esa fecha, aunque Toyota supone que los híbridos seguirán teniendo una demanda del 60% en ese momento. Para otros mercados, Toyota mantiene completamente abierta la tecnología de propulsión a partir de 2030.
Hasta aquí los objetivos de ventas a largo plazo. Volvamos a la estrategia de baterías de la empresa japonesa. Otro aspecto de la hoja de ruta es el coste. Básicamente, la empresa pretende reducir los costes de fabricación de sus baterías en un 30% "trabajando en los materiales utilizados y en la forma de construir las celdas".
Además, los propios vehículos también serán más económicos: "Queremos mejorar el consumo de energía del vehículo (...) en 30 %, empezando por el Toyota bZ4X", continúa Maeda. El El bZ4X es un SUV compacto eléctrico de batería presentado en abril y cuya producción está prevista para mediados de 2022. Se trata de la primera serie BEV prevista de forma concreta de la marca principal de Toyota.
Se espera que la reducción del coste de las propias baterías, combinada con la mejora de la eficiencia energética de los vehículos (y, por tanto, la posible instalación de baterías más pequeñas), reduzca el coste de la batería por vehículo en un 50% en la segunda mitad de la década de 2020 en comparación con el Toyota bZ4X. "Para popularizar los BEV, queremos ofrecer BEV a un precio razonable", añade Maeda.
Toyota también tiene grandes esperanzas puestas en el desarrollo de baterías de estado sólido. Maeda afirmó que el objetivo de Toyota de empezar a producir baterías de estado sólido para mediados de la década de 2020 no ha cambiado. Éstas también se utilizarán en los coches híbridos.
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