¿Fijará la UE objetivos de reducción de CO2 en 60% para 2030?
La Comisión Europea está planeando unos objetivos más estrictos para las emisiones de CO2 de los coches nuevos, ya que está considerando elevar el actual objetivo de reducción de CO2 para 2030 del 37,5% al 60%, mientras que el objetivo para 2035 es subir a 100%. Esto supondría el fin efectivo de las ventas de vehículos con motor de combustión interna en un plazo de 14 años.
Con sede en Bruselas Político reveló los nuevos objetivos con referencia a tres funcionarios de la UE. Los planes equivaldrían a prohibir los coches con motor de combustión interna, incluidos los híbridos, a partir de 2035 y supondrían una grave aceleración del cambio de rumbo del transporte.
Las nuevas normas se establecerán en el marco de una revisión de las normas de la UE para reducir las emisiones de los automóviles, que a su vez forman parte del Pacto Verde de la UE. Según el Green Deal, las emisiones del transporte deben reducirse en un 90% para 2050.
La publicación del texto definitivo está prevista para el 14 de julio. Si las propuestas de la Comisión llegan a convertirse en el texto final, aún tendrán que recibir el visto bueno de los países de la UE y del Parlamento Europeo. En ambos casos, es probable que haya un fuerte viento en contra por parte de las naciones con industrias automovilísticas tradicionalmente fuertes, como Alemania, y en el Parlamento por la influencia del lobby automovilístico.
Evidentemente, tal endurecimiento de los requisitos exigiría una transformación aún más rápida del sector del transporte. En la primavera de 2019 se aplicó oficialmente un compromiso negociado entre la Comisión, el Parlamento y los Estados miembros que estipula que los turismos nuevos deberán emitir un 37,5% menos de CO2 y los vehículos comerciales ligeros un 31% menos de CO2 en 2030 que en 2021. En aquel momento, los parlamentarios de la UE aprobaron la nueva ley con 521 votos a favor, 63 en contra y 34 abstenciones.
En diciembre de 2020, la UE anunció unos objetivos de protección climática más ambiciosos para 2030. Según estos objetivos, las emisiones de CO2 tendrían que reducirse al menos un 55% con respecto a 1990. Anteriormente, se había previsto una reducción de las emisiones de CO2 de sólo el 40% para 2030. Ahora, esta próxima propuesta supondrá otro salto, aunque en absoluto imprevisto.
Según Político, la jefa del lobby automovilístico alemán (VDA), Hildegard Müller, ya ha reaccionado ante las nuevas cifras: "Esto no sólo significaría el fin del motor de combustión interna, sino también el de los híbridos enchufables", ha dicho. Dicho esto, este movimiento lleva tiempo gestándose, más evidente en la política del Reino Unido y ya se rumorea sobre la mesa en la UE. No sólo eso, sino que los estudios demuestran que los híbridos enchufables aportan más CO2 de lo que se pensaba y anunciaba anteriormente.
En cambio, según el Político informe el responsable de Green Deal de la Comisión, Frans Timmermans, argumenta que "elevando aún más las normas de emisiones, se hace tan atractivo el cambio para los fabricantes. La consecuencia es que apenas se construirán ICE".
Según un nuevo estudie de la organización sin ánimo de lucro Transport & Environment, aunque la mayoría de los fabricantes de automóviles están empezando a producir coches eléctricos de emisiones cero, sólo Volvo y Grupo Volkswagen tienen estrategias en marcha para realizar la transición a la electricidad a finales de la década. Según el estudio, los rivales alemanes de VW, Daimler y BMW, se encuentran entre los menos preparados para abandonar la producción de vehículos con motor de combustión interna (ICE).
Sin embargo, para los fabricantes de automóviles alemanes, el endurecimiento de las restricciones no puede ser una sorpresa. En febrero de este año, la publicación alemana Handelsblatt informó, sin citar fuentes, de que El consejero delegado de Daimler, Ola Källenius, recorre escenarios en el consejo de administración, según el cual Mercedes podría ofrecer únicamente coches nuevos con unidades eléctricas tan pronto como cinco u ocho años antes del adiós previamente anunciado de la empresa al diésel y la gasolina, previsto para 2039.
De un modo u otro, una transición completa fuera de los combustibles fósiles en el transporte en un futuro próximo parece ahora inevitable. El mes pasado, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) presentó un plan paso a paso sobre cómo el mundo puede alcanzar la neutralidad neta de CO2 para 2050. También aquí, según el plan de la AIE, a partir de 2035 no podrán venderse nuevos coches con motor de combustión en todo el mundo, y al menos el 50% de los camiones pesados vendidos tendrían que ser eléctricos. Ya en 2030, la proporción de coches eléctricos en el número de coches vendidos en todo el mundo tendría que alcanzar el 60%. Dos meses antes, nueve países habían pedido que se pusiera fecha de caducidad a los motores de combustión interna para coches y furgonetas.
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