Australia se atrinchera con los combustibles fósiles
A pesar de que las refinerías de petróleo australianas luchan por mantenerse a la altura de la producción más barata de los países vecinos, el gobierno de Australia anuncia un paquete de subvenciones de $2.300 millones para apoyar a las refinerías de petróleo del país. La financiación subvencionaría a la industria petrolera cuando los beneficios bajen demasiado.
Una vez más, la administración Morrison quiere demostrar lo mucho que prefiere la tecnología ICE y ha tomado medidas audaces para garantizar que los conductores sigan enganchados a los vehículos de gasolina durante muchos años. Además, se destinarán $302 millones adicionales a las refinerías para financiar mejoras en los equipos que permitan producir combustibles de mayor calidad. Al parecer, el combustible australiano también padece un contenido de azufre especialmente elevado.
De forma un tanto irónica, el primer ministro Morrison apeló a los beneficios para la salud: "Una inversión más temprana en la capacidad de Australia para producir combustibles de mejor calidad, incluidos los niveles ultrabajos de azufre, también mejorará la calidad del aire y supondrá una reducción estimada de $1.000 millones en costes sanitarios". La declaración llega incluso a incluir la e-movilidad en la medida, sin embargo, es poco probable que las refinerías de petróleo produzcan mucha energía limpia: "El Gobierno trabajará con ambas refinerías en sus planes para considerar futuras tecnologías de combustible y otras oportunidades de desarrollo. Esto incluirá el papel de las refinerías en el despliegue de futuros combustibles, como la recarga de vehículos eléctricos y la infraestructura de transporte de hidrógeno."
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