Fraunhofer trabaja en sistemas de pilas de combustible para barcos
El Instituto Fraunhofer colabora con 13 socios europeos en el desarrollo de la primera pila de combustible a base de amoníaco del mundo para buques en el marco del proyecto ShipFC. El amoníaco es conocido principalmente por su uso como fertilizante, pero también es adecuado como fuente de energía de alta calidad, afirma el instituto.
El Instituto Fraunhofer de Microtecnología y Microsistemas IMM de Maguncia describe el enfoque como una prometedora posibilidad más dentro de la tecnología de las pilas de combustible. Como combustible para los motores eléctricos de los barcos, el amoníaco es tan "verde" como el hidrógeno, pero menos peligroso y más fácil de manejar. Concretamente, el amoníaco se divide en nitrógeno e hidrógeno en el reactor de fisión. Este último se quema en la pila de combustible, generando electricidad en el proceso. Un catalizador, cuyo desarrollo corre a cargo de los investigadores de Fraunhofer, garantiza que no se produzcan óxidos de nitrógeno nocivos. Todo lo que queda es agua y nitrógeno.
El equipo del Instituto Fraunhofer quiere completar un pequeño prototipo inicial del catalizador hacia finales de 2021. A finales de 2022, debería estar listo un prototipo de tamaño definitivo. En la segunda mitad de 2023, debería zarpar el primer barco con la pila de combustible basada en amoníaco: el buque de suministro Viking Energy de la naviera noruega Eidesvik. Después, según la empresa de Maguncia, otros tipos de buques, como los cargueros, se equiparán con esta tecnología de propulsión.
La Unión Europea apoya ShipFC con 10 millones de euros. El proyecto está coordinado por la organización NCE Maritime CleanTech de Noruega. Según el Prof. Dr. Gunther Kolb, Jefe de la División de Energía y Director Adjunto del Fraunhofer IMM, el amoníaco tiene algunas ventajas claras sobre el hidrógeno: "El amoníaco tiene ventajas significativas sobre el hidrógeno. El hidrógeno tiene que almacenarse a -253 grados Celsius como líquido, o a presiones de unos 700 bares como gas. El amoníaco líquido puede almacenarse a una temperatura razonable de -33 grados Celsius a presión estándar, y +20 grados Celsius a 9 bares. Eso hace que almacenar y transportar este portador de energía sea considerablemente más fácil y sencillo". En principio, sin embargo, no ve el amoníaco como un competidor directo del hidrógeno, sino como una opción más en el espectro de las energías sostenibles, afirma Kolb. "Con sus ventajas de almacenamiento, esta tecnología respetuosa con el medio ambiente para la generación de energía tiene sin duda un papel que desempeñar. Su uso en barcos es sólo el principio".
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