La UE anuncia objetivos climáticos más estrictos para 2030
La UE ha adoptado unos objetivos de protección climática más ambiciosos para 2030. Ahora, para este año, las emisiones de CO2 deberán reducirse al menos un 55% con respecto a 1990. Anteriormente, sólo se había previsto una reducción de las emisiones de CO2 del 40% para 2030.
Los 27 jefes de Estado y de Gobierno acordaron este nuevo objetivo en la cumbre de la UE celebrada en Bruselas, según anunció en Twitter el presidente del Consejo de la UE, Charles Michel. Según Michel, Europa está "liderando la lucha contra el cambio climático". La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, también acogió con satisfacción la decisión.
La UE se ha fijado el objetivo de ser climáticamente neutra en 2050. La reducción del 40% de CO2 para 2030 estaba prevista anteriormente como un paso intermedio. Para lograr los propósitos del acuerdo climático de París, dicen que era necesario un endurecimiento, ya que el Parlamento de la UE quería una reducción del 60%. El Parlamento aún tiene que aprobar el nuevo objetivo de emisiones de la Comisión.
Europa es líder en la lucha contra el cambio climático.
Decidimos reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero en al menos 55% para 2030. #EUCO pic.twitter.com/XfoCacHoq0
- Charles Michel (@eucopresidente) 11 de diciembre de 2020
El punto de inflexión en las negociaciones fueron las promesas financieras a los países de Europa del Este más dependientes del carbón, como Polonia, la República Checa y Hungría, que habían exigido más ayudas para la transición a la generación de energía no fósil. Polonia se mantuvo firme en su petición de una garantía de que no se reduciría la financiación prometida por el mercado de carbono de la UE para los países más pobres. También se aseguró de que los futuros objetivos nacionales de reducción de emisiones para sectores específicos se basaran en el producto interior bruto, de modo que los Estados menos prósperos tuvieran que reducir menos. Muchos países se habían opuesto a estas exigencias porque se adelantarían a las propuestas detalladas que la Comisión de la UE presentará el año que viene. Un mayor apoyo a la industria nuclear europea, también exigido por los países de Europa del Este y Francia, no llegó a incluirse en la declaración final de la cumbre.
El sector del transporte también tendrá que contribuir de forma significativa al nuevo objetivo. Como se informó, la Comisión Europea quiere que los coches nuevos emitan una media del 50% menos de CO2 en 2030, en lugar del 37,5% previsto anteriormente. En un documento de estrategia publicado hace una semana, la Comisión mencionó como objetivos para 2030 al menos 30 millones de vehículos eléctricos, tres millones de puntos de recarga y 1.000 estaciones de servicio de hidrógeno.
El objetivo de reducción del 55% no es ninguna sorpresa; hace tiempo que se habla de esa cifra. La cumbre en sí trata más sobre qué concesiones hay que hacer para que se adopte el objetivo.
Pero ahora que se ha tomado la decisión, las implicaciones concretas se irán haciendo patentes poco a poco. Los países tendrán que ajustar sus objetivos nacionales de CO2, la industria energética tendrá que abandonar los combustibles fósiles más rápidamente de lo previsto y la industria automovilística tendrá que sacar al mercado más vehículos con sistemas de propulsión respetuosos con el medio ambiente. En el sector del transporte, además, aún está por decidir el diseño preciso de la norma de emisiones Euro 7, que probablemente también se verá condicionada por los objetivos del acuerdo de París sobre protección del clima.
El Reino Unido, que abandonará el mercado único y la unión aduanera de la UE a finales de mes, ha prometido que las normas medioambientales no sufrirán por ello y parece que pueden ser más ambiciosas. El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció la semana pasada que quiere que el Reino Unido reduzca para 2030 las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos 68% respecto a los niveles de 1990.
El nuevo objetivo de emisiones de la UE llega cinco años después de la COP21, en la que la mayoría de los países acordaron un objetivo de 1,5 grados para frenar el calentamiento global. Activistas climáticos como los del movimiento mundial Viernes por el Futuro consideran que la mayoría de las medidas adoptadas hasta ahora son insuficientes para mantenerse dentro del Acuerdo de París.
Información adicional de Nora Manthey.
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