Wacker Neuson presenta la miniexcavadora eléctrica EZ17e
La empresa alemana Wacker Neuson, con sede en Múnich, amplía su gama de máquinas de emisiones cero con la miniexcavadora eléctrica EZ17e. El fabricante ofrece ahora 12 máquinas de construcción eléctricas en esta serie de productos.
Gracias a su tecnología de baterías especialmente desarrollada, el fabricante promete una gestión flexible de la carga y un alto rendimiento. Los demás modelos de la serie cero emisiones "pueden funcionar completamente libres de emisiones de gases de escape, sin limitaciones en la secuencia de operaciones ni en el rendimiento", afirma Wacker Neuson.
La EZ17e está diseñada para funcionar durante toda una jornada laboral sin carga intermedia. Si las actividades estacionarias lo permiten, también puede funcionar por cable y cargarse mientras se trabaja en fuentes de alimentación de entre 100 y 415 voltios. El operador puede controlar cuánto carga la red eléctrica de la obra a través de una pantalla y desconectar la excavadora de la red si es necesario. La carga a 415 voltios debería durar unas cuatro horas, según el fabricante.
La batería también tiene su propio calentador para permitir el funcionamiento a bajas temperaturas. A pesar del almacenamiento de energía, la excavadora es muy compacta y se diseñó como de cola cero, es decir, sin voladizo trasero.
"Con la EZ17e, hemos implementado un concepto de cola cero con unas generosas dimensiones de rendimiento. Con la excavadora eficiente, intuitiva y libre de emisiones, satisfacemos las elevadas exigencias de los profesionales que trabajan en condiciones de espacio especialmente reducidas, como es habitual en la demolición de interiores, por ejemplo", afirma Stefan Bogner, director gerente de Wacker Neuson Linz GmbH, el centro de competencia de investigación y desarrollo de excavadoras del Grupo Wacker Neuson.
Con la ampliación de la serie cero emisiones, que comenzó en 2015 con un apisonador a batería, el fabricante se prepara para unas normativas y exigencias cada vez más estrictas en materia de protección del medio ambiente y de los usuarios, según sus propias declaraciones. Un ejemplo es Suiza: La ley de contratación pública que entra en vigor el 1 de enero de 2021, estipula que los fondos públicos deben utilizarse de forma ecológica y socialmente sostenible, lo que podría tener consecuencias para los proyectos de construcción pública y la maquinaria de construcción utilizada en ellos.
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