La Columbia Británica será totalmente eléctrica en 2040
El gobierno de la Columbia Británica (Canadá) anunció una nueva normativa para que todos los vehículos nuevos que se vendan en la provincia tengan que ser totalmente eléctricos antes de 2040. La normativa se aplicará progresivamente a partir de 2025.
Inicialmente, la Ley de Vehículos de Emisiones Cero (ZEV) entrará en vigor en 2025, con el requisito de que el 10% de todos los vehículos ligeros sean eléctricos. Esta cifra, inicialmente pequeña, se incrementará hasta el 30% en 2030, antes de la fecha límite de 2040, en la que el 100% de los vehículos vendidos deberán ser libres de emisiones.
En 2018, la proporción de VE en las ventas de vehículos canadienses fue de aproximadamente 2,2%. En ese año, el El gobierno de Columbia Británica anunció su objetivo de vehículos eléctricos. Ahora el Gobierno de la Columbia Británica está publicando un marco anual destinado a ayudar a los fabricantes y vendedores de vehículos a cumplir el objetivo de convertirse en totalmente eléctricos en un plazo de 20 años. El ministro de Energía de B.C., Bruce Ralston. "Los ciudadanos de Columbia Británica están deseando ponerse al volante de un vehículo eléctrico, contribuir a reducir la contaminación atmosférica y ahorrar en combustible, pero el precio y la disponibilidad pueden ser obstáculos".
Merran Smith, director ejecutivo de Clean Energy Canada, añadió que la Ley ZEV fue "desarrollada en consulta con la industria automovilística, los gobiernos locales y los grupos ecologistas", en la que la lenta aceleración se acomoda a los fabricantes y vendedores de automóviles, que tendrán tiempo de descargar cualquier vehículo de combustión interna, así como de pasar por varias rondas de stock antes de tener que actualizar su stock de modelos. Las emisiones procedentes del transporte representan alrededor de 40% de las emisiones totales de Colombia Británica.
El proceso será organizado por un nuevo consejo asesor ZEV, que estará formado por trabajadores de la industria, grupos ecologistas, Primeras Naciones, proveedores de infraestructuras y otros terceros participantes. Si los efectos se aceleran más de lo previsto, es posible que se acelere el plazo de veinte años; al mismo tiempo, es probable que esto provoque la protesta de las facciones automovilísticas que tienen que someterse a costosos cambios de electrificación en su gama.
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