¿Pasará Viena de los caballos reales a los E-Fiakers?

No sólo los humanos, también los caballos se ven afectados por la crisis del coronavirus, aunque sólo de forma indirecta. Los emblemáticos carruajes tirados por caballos de Viena, los Fiaker, se han quedado completamente parados sin ningún invitado que comparta el paseo. Ahora, podrían ser sustituidos definitivamente.

En lugar de salvar este negocio tan trillado, la Asociación Austriaca para el Bienestar Animal pide que no se mantengan los coches de caballos y que en su lugar se libere a los animales. La exigencia: Para finales de 2021, ningún caballo deberá impulsar un Fiaker.

En su lugar, la asociación quiere que la empresa Fiaker aproveche la crisis para pasarse audazmente a una forma de caballería eléctrica, utilizando una versión del carruaje que funcione con baterías. Y de hecho éstas existen y tuvieron su prueba el año pasado como informó. Sólo que aquella vez se trataba de una maniobra de relaciones públicas de la empresa local Wien Energie para promocionar sus estaciones de recarga. Es más, el E-Fiaker se remonta a una tradición tan larga como la de los caballos: los carruajes se basaban exactamente en esos vehículos eléctricos que zumbaron por las calles de las ciudades hasta 1910, antes de que fueran desplazados por sus homólogos impulsados por combustibles fósiles.

Sin embargo, Viena aún no ha tomado una decisión. De momento, la ciudad apoya a los caballos con un subsidio mensual de 250 euros para alimentos durante toda la crisis. Sin embargo, si en el futuro Viena obliga a utilizar E-Fiakers, la asociación protectora de animales desea que los 400 caballos en servicio pasen a manos de amantes y protectores de animales. Su comunicado de prensa contiene también una imagen del E-Fiaker arriba utilizado por Wien Energie y emplea argumentos que suelen oírse cuando se reclama el cambio de los combustibles fósiles a los VE: Los E-Fiaker ahorrarían dinero en comida/combustible y "mantenimiento", es decir, medicinas y visitas del veterinario.

Además, la capital austriaca no sería la primera en cambiar el trabajo de los animales por el de los electrones. Los Fiakers del Central Park de Nueva York, por ejemplo, han según se informa han sido sustituidos por 300 vagones eléctricos fabricados por la empresa turca Fayoto.

tierschutzverein.at (en alemán)