Se abrirá un clúster de reciclaje de baterías en Harjavalta
Fortum, BASF y Nornickel han firmado una carta de intenciones para establecer un cluster de reciclaje de baterías que sirva al mercado de los vehículos eléctricos. El objetivo es crear un circuito cerrado para la reutilización de los metales críticos contenidos en las baterías gastadas.
Mediante el reciclaje de metales valiosos procedentes de las baterías de iones de litio, el trío pretende reducir el impacto medioambiental de la fabricación de baterías para vehículos eléctricos. Las materias primas recuperadas complementarán el suministro de cobalto, níquel y otros metales críticos procedentes de fuentes primarias. Los tres socios son actores de la industria finlandesa de baterías: Fortum es un proveedor de energía finlandés que, gracias a su anterior adquisición de Crisolteq, ha podido "aumentar la tasa de recuperación de materiales reciclables en las baterías de iones de litio de 50 a más de 80%", según sus propias declaraciones. La empresa química alemana BASF está construyendo su primera planta de producción de materiales catódicos para el mercado europeo del automóvil en Harjavalta (Finlandia). El grupo minero ruso Norilsk Nickel (Nornickel) también explota una refinería de níquel en las proximidades de la nueva fábrica de BASF.
BASF pretende utilizar los materiales reciclados de los procesos desarrollados por las otras dos empresas como parte de la cooperación en la planta de Harjavalta. Los socios quieren asegurarse de que el proceso de reciclaje utilice electricidad procedente de fuentes renovables.
"La combinación de la producción de materiales para baterías y el reciclaje permite la economía circular al cerrar el bucle", afirmó Tim Ingle, Vicepresidente de Refino de Metales Preciosos, Productos Químicos y Reciclaje de Baterías de BASF. "Para impulsar la electrificación, nos centramos en aportar soluciones para materiales activos catódicos de alta densidad energética y extracción de litio de alta eficiencia para el reciclaje de baterías".
Nornickel describe la construcción de una moderna planta de reciclaje como un paso más para convertirse en "una de las refinerías de níquel más sostenibles del mundo". La empresa rusa y BASF son socios desde hace tiempo y ya han anunciado que quieren intensificar aún más su cooperación.
La inversión de BASF en su planta finlandesa forma parte de un plan de inversión en varias fases por valor de 400 millones de euros que la empresa anunció a mediados de 2017. El negocio de los materiales catódicos sigue siendo una unidad relativamente pequeña bajo el paraguas de BASF, pero es uno de los proyectos de innovación más importantes del Grupo. Entre 2012 y 2015, la empresa realizó una serie de adquisiciones e inversiones para acceder al mercado de los cátodos. Sus principales competidores son varios grandes productores asiáticos, así como las empresas europeas Johnson Matthey y Umicore.
Con información de Cora Werwitzke, Francia.
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