Translink mira a Vancouver para la electrificación de autobuses
TransLink, la empresa de transportes responsable del área metropolitana de Vancouver, en la provincia canadiense de Columbia Británica, planea convertir la mitad de su flota de autobuses diésel, de gas natural e híbridos a baterías para 2030. Pero aún no se ha concretado la financiación.
Según los planes de TransLink, todos los autobuses de la zona de Vancouver deberán funcionar de forma puramente eléctrica en 2050. Para lograrlo, TransLink pretende adquirir hasta 635 autobuses alimentados por baterías, instalar la infraestructura de carga necesaria para su funcionamiento a lo largo de las rutas y en las cocheras y construir la primera cochera de autobuses totalmente eléctrica de la Columbia Británica.
Sin embargo, aún no se ha asegurado la financiación del plan, por lo que TransLink se dirige ahora al gobierno de la ciudad para solicitar fondos. Según informan los medios de comunicación canadienses, TransLink ha elaborado tres escenarios para este fin: con un enfoque prudente, uno progresivo y otro agresivo. Sin embargo, se recomienda que el ayuntamiento apruebe el enfoque agresivo. Esto permitiría a la autoridad de transporte alcanzar el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 80% para 20250 - pero no se menciona el año base.
TransLink prevé un volumen de inversión de entre 85 y 447 millones de dólares, según el escenario. La empresa prevé que los costes de adquisición de los autobuses eléctricos serán el doble que los de un vehículo diésel y, además, un millón de dólares por "unidad de carga", aunque el término "unidad de carga" no se especifica con mayor precisión. En el escenario prudente, se adquirirán 35 autobuses eléctricos y un cargador rápido, lo que debería permitir dar servicio al 30% de todas las rutas. En el escenario progresivo, 314 autobuses eléctricos y cuatro cargadores rápidos; en el agresivo, los 635 autobuses eléctricos y las 17 estaciones de carga rápida antes mencionadas; en todos los casos, se añadirán puntos de recarga en las cocheras. En cuanto a los costes de explotación, el último escenario podría suponer unos costes de explotación de hasta 124 millones de dólares al año.
En un comunicado, el director general de TransLink, Kevin Desmond, describió la estrategia como "un rumbo audaz". "La transición de la flota de autobuses a la tecnología de emisiones cero es un paso esencial para romper la dependencia de la región de los combustibles fósiles", afirmó Desmond.
Pero sin financiación, TransLink no podrá hacer frente a ninguno de los proyectos. La empresa se vería entonces obligada a adquirir "otra generación de autobuses diésel-híbridos y de gas natural para sus próximos pedidos de sustitución".
0 Comentarios