INVADE estudia algoritmos para resolver la sobrecarga de la red
La recarga inteligente de los coches eléctricos podría reducir significativamente la necesidad de ampliar la red. Este es el resultado de una prueba de recarga inteligente en el marco del proyecto europeo Invade, ya finalizado. El componente central de la prueba fue un algoritmo especialmente creado por GreenFlux.
Para llevar a cabo la prueba, la empresa holandesa de eMovilidad GreenFlux trabajó junto con la organización holandesa ElaadNL y un consorcio de doce socios europeos. Lo especial del proyecto es que no se instaló ni adaptó ningún hardware especialmente en ningún lugar de la prueba. Todas las operaciones de carga inteligente se controlaron a distancia mediante un sistema basado en la nube. "Esto hace que la solución sea extremadamente escalable", comenta el director de innovación de GreenFlux, Lennart Verheijen, cuya empresa desarrolló un algoritmo especial como parte del proyecto.
Este algoritmo responde a varios objetivos: Pretende evitar las sobrecargas de la red mediante la carga inteligente, incorporar las energías renovables y aprovechar las fluctuaciones de los precios de la electricidad en beneficio de los clientes. En concreto, la empresa ha conseguido que la carga inteligente sea aún más inteligente mejorando, por un lado, el Protocolo Abierto de Carga Inteligente (OSCP) y, por otro, aprovechando la fluctuación de la corriente para cargar los vehículos eléctricos. Conclusión de GreenFlux: "Estamos preparados para un futuro en el que millones de coches utilizarán de forma masiva energía sostenible cuando esté disponible y, al mismo tiempo, podremos mantener los costes de la ampliación de la red al mínimo absoluto.
La prueba de campo que precedió a esta conclusión fue la siguiente: GreenFlux tomó los hogares y las oficinas como entornos de prueba, mientras que ElaadNL investigó la situación de los puntos de recarga públicos. En el primer caso, los socios analizaron unos 50 hogares con al menos un coche eléctrico, una estación de carga privada y, preferiblemente, también un sistema solar. En la prueba para edificios de oficinas, se concentraron en ocho ubicaciones con un total de 199 estaciones de carga.
El resultado: los edificios de oficinas pueden ahorrarse en muchos casos los gastos de ampliación de la red y los consiguientes costes de funcionamiento gracias al método de carga inteligente probado. En el caso de un emplazamiento abonado, esto representa un ahorro de costes de un cuarto de millón de euros, según un comunicado de prensa adjunto. Lo mismo puede decirse de los hogares particulares, en los que los operadores de la red se benefician especialmente de la práctica de la carga inteligente, prosigue.
Los puntos de recarga públicos también pueden funcionar con energía eólica y solar gracias a algoritmos. ElaadNL lo probó en su Living Lab y en 700 estaciones de recarga públicas EVnetNL. Se simuló que éstas están situadas en dos barrios -en Ede (Doesburgerbuurt) y en Arnhem (Schuytgraaf-Noord)- con una cuota de 100% de coches eléctricos. El escenario ha demostrado que los puntos de recarga públicos también podrían desempeñar un papel importante en el equilibrio de la red energética, afirma.
En resumen, GreenFlux concluye que la flexibilidad que ofrecen los coches eléctricos -especialmente cuando hay millones de ellos- es de gran valor para el sistema energético: "Si las soluciones del proyecto Invade se amplían a una situación en la que todos los coches sean eléctricos, la potencia flexible total ofrecida por los coches eléctricos podría ser de seis a nueve veces superior a nuestras actuales necesidades diarias totales de electricidad", estima la empresa.
Con información de Cora Werwitzke, Francia.
greenflux.com, h2020invade.eu (lugar del proyecto)
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