El proyecto SeNSE creará competencias en pilas en Europa
Expertos de siete países europeos trabajan ahora en soluciones para la próxima generación de baterías de iones de litio en el proyecto de investigación SeNSE de la Alianza Europea de Baterías. La empresa sueca Northvolt desempeñará un papel decisivo en este proyecto de cuatro años de duración.
El proyecto conjunto tiene por objeto ayudar a desarrollar la competencia y las capacidades de producción en el campo de la tecnología de células de baterías en Europa. Dado que Northvolt tiene previsto construir dos plantas de producción de pilas en Europa -una en Suecia y otra como empresa conjunta con Volkswagen en Salzgitter- existe un vínculo industrial directo. Los expertos de Northvolt también acompañarán a los científicos de SeNSE con sesiones informativas periódicas. En un comunicado de prensa, la empresa afirma que el objetivo es crear una serie de prototipos de células de batería. Además, se demostrarán las capacidades de la nueva generación de células de batería mediante un demostrador con una capacidad de almacenamiento de 1 kWh, y la tecnología de producción desarrollada se abrirá camino en la industria en forma de patentes.
En SeNSE participan cinco institutos de investigación y seis empresas industriales. El responsable es el Laboratorio Federal Suizo de Ensayo e Investigación de Materiales (Empa, Suiza). También participan la Universidad Wilhelms de Münster (Westfalia) y el Centro de Investigación de Jülich (ambos en Alemania), la Universidad de Coventry (Reino Unido), el Instituto Austriaco de Tecnología (Austria) y las empresas Solvionic (Francia), FPT Motorenforschung (Suiza), Lithops (Italia), Northvolt (Suecia), Enwires (Francia) y Huntsman Advanced Materials (Suiza). La UE financia el proyecto, que se prolongará hasta la primavera de 2024, con diez millones de euros dentro de su programa de financiación de la investigación Horizonte 2020.
En cuanto al contenido, los participantes están trabajando en el desarrollo de baterías de iones de litio de nueva generación, la llamada "Generación 3b". A diferencia de las baterías de tracción actuales, se espera que éstas tengan una mayor densidad energética, una química celular mejorada y una mejor gestión de la batería. Entre otras cosas, los investigadores apuntan a ánodos hechos de compuestos de silicio-grafito y cátodos con un menor contenido de cobalto. Además "Nuevos aditivos en el fluido electrolítico, así como capas protectoras, deberían permitir que la batería envejezca más lentamente y posibilitar más ciclos de carga. Los nuevos sensores también contribuirán a alargar la vida útil y a mejorar la capacidad de carga rápida, al suministrar datos al sistema de gestión de la batería desde el interior de sus celdas. Estos datos permitirán una gestión de la temperatura mucho más sofisticada en comparación con las actuales pilas de iones de litio", explica Empa.
Otro proyecto europeo, lanzado el 1 de enero de 2020, trabaja en paralelo en el desarrollo de baterías de metal de litio de estado sólido. El proyecto SOLiDIFY, financiado por la UE con casi 8 millones de euros, también tiene una duración de cuatro años y se basa en la colaboración de un total de 14 socios europeos. El IMEC (Centro Interuniversitario de Microelectrónica), con sede en Bélgica, es el socio principal. "Las baterías de estado sólido -denominadas Generación 4b- podrían (...) estar listas para el mercado en unos diez años. Con la mitad de peso y de tamaño, deberían proporcionar la misma capacidad de almacenamiento que las baterías de iones de litio actuales. Los costes de producción también deberían reducirse a la mitad", escribe Empa, que también participa en este proyecto. Para ello se necesitan nuevas arquitecturas de electrodos y métodos innovadores de producción de líquidos para el cátodo. El ánodo consistirá en litio metálico.
Reportaje de Cora Werwitzke, Francia
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