Haz lo que digo, no lo que hago
El Ayuntamiento de Bristol acaba de propuesta una prohibición para todos los vehículos diésel del centro de su ciudad. A pesar de la prohibición prevista, el ayuntamiento ha adquirido una flota de 64 nuevos transportistas diésel para su propia flota.
Este es el tipo de iniciativa que no contribuirá a apoyar las nuevas tecnologías ni a nuestro medio ambiente, aunque beneficie a las carteras de los ayuntamientos durante un breve periodo. Además, esto pone de manifiesto cuántas lagunas pueden tener las normativas medioambientales urbanas: La prohibición sólo se aplicaría a los vehículos diésel de propiedad privada, a partir de 2021. Parece que el ayuntamiento podría no estar del todo bien encaminado para lograr el cumplimiento de la normativa sobre aire limpio en 2025, como habían planeado.
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