BMW y TenneT presentan la recarga inteligente
BMW y el operador de la red eléctrica TenneT quieren apoyar la estabilidad de la red eléctrica con un nuevo sistema de control de carga. El sistema inteligente de control de carga desarrollado para BMW Charging ya se ha probado en proyectos piloto en Alemania y EE.UU.
Según el comunicado de prensa conjunto de las dos empresas, la solución puede contribuir a influir en los procesos de carga de los vehículos eléctricos de forma que se mantenga estable la red eléctrica y se aproveche de forma óptima la energía existente procedente de fuentes renovables. Tras un exitoso despliegue en EE.UU., la solución ha demostrado ahora su idoneidad práctica en Alemania en el marco de otro proyecto piloto.
El sistema de control de carga actúa como enlace entre el coche y la red eléctrica. Para ello no se requiere ninguna caja mural especial. El control de carga utiliza la conectividad integrada de serie en el i3: el coche se comunica con el operador de la red y puede reaccionar así a las necesidades actuales de la red eléctrica cuando se carga. La gran ventaja es que la tecnología funciona con todos los procesos de carga, independientemente de si el coche se carga en una estación de carga pública, en una caja de pared o en un enchufe doméstico normal.
La carga inteligente no se realiza a través de la infraestructura de carga, sino a través del coche. Sin embargo, el sistema de control de la carga desarrollado por BMW y TenneT no es una tecnología "del vehículo a la red" (V2G): durante los picos de carga en la red, sólo se puede reducir la potencia de carga en el coche para aliviar la red en caso de cuello de botella en el suministro. En las aplicaciones V2G, como las ya implementado por TenneT con Nissan, la electricidad de la batería del vehículo también se puede devolver a la red. Todavía no se admite la carga bidireccional por la norma CCS utilizada en el i3.
Según BMW, una carga controlada de forma inteligente con reducciones a corto plazo de los procesos de carga ya es suficiente para evitar muchos cuellos de botella en la red. Esto también podría reducir los llamados costes de redistribución que se producen en caso de intervenciones a corto plazo en la red eléctrica y que cuestan, por ejemplo, unos 500 millones de euros al año en Alemania. Además, de este modo podría reducirse la ampliación de las líneas eléctricas, lo que contribuiría a mantener estable el precio de la electricidad.
BMW no ha facilitado un calendario sobre cuándo y cómo podría implantarse este sistema de control de la recarga a mayor escala, sólo que el fabricante de automóviles quiere seguir desarrollando la solución. "Los resultados del proyecto piloto representan un nuevo avance hacia la integración digital de los vehículos eléctricos en la red eléctrica y allanan el camino para implantar esta solución a mayor escala", escribe el fabricante de automóviles alemán. Además, es posible que los conductores reciban una remuneración por los "servicios de estabilización de la red eléctrica prestados".
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