Sídney se hará eléctrica con 8.000 e-buses
El gobierno del estado australiano de Nueva Gales del Sur planea electrificar la flota de autobuses de Sídney, compuesta por unos 8.000 vehículos. Actualmente, el gobierno está adjudicando nuevos contratos para la prestación de servicios de transporte en autobús en todo Sídney.
Actualmente, la mayoría de los autobuses de Sídney funcionan con gasóleo. La ciudad de 5 millones de habitantes de la costa este de Australia renovará los contratos con los servicios actuales, ya que la mayoría de ellos expirarán en 2022. Con los nuevos contratos, el gobierno pretende dar luz verde a la conversión prevista a una flota de autobuses puramente eléctricos.
En total, el transporte en autobús en la zona metropolitana de Sídney está cubierto por 13 contratos, diez de los cuales son privados y tres operadores públicos. Andrew Constance, Ministro de Transportes de Nueva Gales del Sur, reveló: "He retado a los principales operadores de transporte público a que presenten ofertas para las 13 regiones con contrato de autobuses de Sídney en los próximos tres años, lo que incluye las tres regiones restantes gestionadas por el gobierno State Transit".
Se trata de una de las primeras medidas concretas del gobierno australiano para alcanzar el objetivo del estado de lograr una neutralidad climática casi total para 2050. El recién elegido ministro de Transportes de Nueva Gales del Sur afirma que la flota de autobuses eléctricos marcará la pauta en cuanto a contaminación atmosférica y acústica. Los impulsores quieren orientarse por las "ciudades europeas punteras", que han demostrado que es posible una transición rápida a los autobuses sin emisiones.
Hasta ahora hay muy pocos autobuses eléctricos circulando por Australia, y si los hay, por lo general sólo se utilizan con fines de prueba. Las excepciones son los aeropuertos de Sídney y Brisbane, donde ya se utilizan lanzaderas eléctricas. Lo cierto es que aún queda mucho por convencer en Australia en lo que respecta a la electromovilidad. El gobierno de Australia Occidental, por ejemplo, responsable de un estado que ocupa todo el tercio occidental del país pero sólo alrededor del 10% de su población, ha decidido recientemente comprar más autobuses diésel.
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