El Mirai hace 650 km con la caca de una vaca
Al parecer, la producción anual de caca (¿estiércol?) de una vaca es suficiente para generar el suministro de hidrógeno de un año para alimentar el sedán de pila de combustible Mirai de segunda generación de Toyota. No se trata de una referencia al azar, Toyota está construyendo de hecho su primera estación de repostaje de hidrógeno alimentada con estiércol en California.
Aunque la caca de vaca en sí pueda parecer poco espectacular, la de una vaca se convierte en algo impresionante cuando se tiene en cuenta que la próxima generación del Mirai tendrá una autonomía de unas 400 millas o 650 kilómetros. Eso es mucho kilometraje para una caca.
Bromas de caca aparte, se trata sin duda de una importante contribución a la movilidad sin emisiones. El Mirai no sólo produce cero emisiones, sino que también puede reducir la cantidad de CO2 producida en la agricultura aprovechándolo. El gas metano procedente del estiércol del ganado lechero constituye una cantidad significativa de las emisiones de CO2 a nivel mundial. En asociación con Shell, Toyota construirá una central eléctrica en Long Beach, California, que captará el gas metano del estiércol del ganado lechero y lo convertirá en agua pura, electricidad e hidrógeno.
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