Spirit 111: Un yate de vela con propulsión eléctrica
Spirit Yachts ha presentado su nuevo buque insignia con propulsión Torqeedo, el Spirit 111. En el desarrollo del velero más grande del mundo con propulsión eléctrica, la sostenibilidad también se tuvo en cuenta de forma consecuente fuera del sistema de propulsión.
El Spirit 111 es el mayor yate de madera de un solo mástil construido en Gran Bretaña desde el Shamrock V de los años treinta. Cuatro baterías de 40 kWh impulsan el barco desde el propulsor eléctrico Deep Blue 100i. Gracias al sistema de propulsión eléctrica, el barco puede alcanzar hasta 40 millas náuticas a ocho nudos sólo con las baterías.
El propietario del barco encargó a Spirit Yachts el desarrollo del velero más respetuoso con el medio ambiente jamás construido. "Para el propietario es importante poder pasar la mayor parte del tiempo fuera de los puertos deportivos disfrutando de la navegación y fondeando en bahías", afirma Nigel Stuart, Director General de Spirit Yachts. "Utilizando la propulsión eléctrica para regenerar las baterías mientras navega, el yate podrá funcionar hasta cuatro días fondeado sin tener que enchufarse a la red eléctrica o poner en marcha los dos generadores de a bordo". Con viento suficiente, el Spirit 111 ni siquiera debería tener que utilizar combustibles fósiles para una travesía del Atlántico.
Las cuatro baterías de alto voltaje utilizan tecnología BMW. Pueden cargarse sobre la marcha girando el eje de la hélice en el agua mientras el yate navega. Esto cuesta algo de velocidad, pero no debería ser un problema, dependiendo de las condiciones del viento.
La sostenibilidad también se tuvo en cuenta fuera de la propulsión auxiliar. Según el comunicado, la madera procede de fuentes gestionadas de forma responsable, y las velas están fabricadas con materiales reciclables, y se dice que el equipo hidráulico de cubierta es altamente eficiente desde el punto de vista energético. Además, el Spirit 111 es uno de los pocos superyates que se pueden manejar sin tripulación profesional. El fundador del Spirit, Sean McMillan, está especialmente orgulloso de ello: "Un yate de madera de un solo mástil de este tamaño que puede ser conducido por su propietario es nada menos que una proeza de la ingeniería".
Sin embargo, el cliente aún tiene que armarse de paciencia hasta que pueda zarpar por primera vez con su nuevo yate. El yate pasará las próximas semanas en Spirit Yachts para su puesta a punto y pruebas de conducción antes de iniciar la temporada de invierno junto a su propietario.
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