Alemania impulsará la transición del transporte con 75.000 millones de euros

Para alcanzar sus objetivos climáticos, Alemania necesita un giro masivo en el transporte que cambie el aspecto del tráfico a más tardar en 2030. Ahora, el Ministerio Federal de Transportes planea invertir hasta 75.000 millones de euros no sólo en ferrocarriles, sino también en electromovilidad.

Siete millones de coches eléctricos, la mitad de los autobuses funcionando con cero emisiones, kilómetros de carriles bici: ésta es la visión de un borrador de documento Sueddeutsche Zeitung ha desvelado antes de la reunión decisiva del gabinete climático del 20 de septiembre. El fondo de infraestructuras previsto, dotado con mil millones de euros, beneficiará no sólo a los ferrocarriles (con unos 20.000 millones de euros), sino también al transporte eléctrico por carretera.

Para ello, el Gobierno está pensando en incentivos, ya que podría duplicar la parte federal de la bonificación medioambiental hasta los 4.000 euros para los coches eléctricos hasta un precio de catálogo de 30.000 euros, lo que debería estimular el mercado de los pequeños vehículos eléctricos. Asimismo, los taxis eléctricos podrían obtener entonces una financiación de 8.000 euros, mientras que el mercado de segunda mano de coches eléctricos podría fomentarse con 500 euros. Además, para 2030 uno de cada dos autobuses del país deberá funcionar con electricidad.

Volviendo al objetivo de que al menos siete millones de coches eléctricos circulen por Alemania en 2030, para ello se necesita la correspondiente infraestructura de recarga y el gobierno pretende que haya oportunidades de recarga para hasta 10 millones de VE. Aún así, el borrador carece de medidas concretas en este sentido. Tenga en cuenta, no obstante, que en el último recuento de BDEW (una organización empresarial alemana para la industria de la energía y el agua) había 20.650 puntos de recarga públicos disponibles en Alemania. Suficiente para los pocos coches eléctricos que circulan hasta ahora... a finales de agosto, la BAFA había recibido 135.193 solicitudes para la bonificación medioambiental, de las cuales 89.864 eran para vehículos eléctricos de batería, 45.236 para híbridos enchufables y 93 para vehículos de pila de combustible. Parece un largo camino por recorrer.

Sin embargo, el ministerio no se centra exclusivamente en la propulsión eléctrica en el tráfico de automóviles: una parte del presupuesto de mil millones de euros que no se menciona en el informe se destinará a seguir investigando combustibles alternativos, también para el transporte de mercancías.

Por eso, y porque sigue siendo un gobierno conservador, el partido de los Verdes ya ha pedido más. Los parlamentarios quieren prohibir la venta de vehículos con motor de combustión a partir de 2030 y suspender gradualmente las subvenciones al gasóleo y otros combustibles fósiles. Al mismo tiempo, los Verdes prevén una "Umweltprämie" (subvención para enchufes) de 5.000 euros y una prima climática que se pagará a las personas que causen menos emisiones de CO2.

Alemania pretende reducir las emisiones del transporte en un 40% (en comparación con los niveles de 1990) para 2030, pero hasta la fecha no ha alcanzado su objetivo. La canciller Angela Merkel considera que se trata de "una tarea hercúlea tanto para ustedes como para nosotros", en su discurso a la industria automovilística durante la inauguración de la IAA en Fráncfort.

sueddeutsche.de (fuente original en alemán), cleanenergywire.org