Byton revela el M-Byte de serie en la IAA

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En la IAA, Byton presentó la versión de serie del M-Byte. Las primeras entregas a clientes en China llevan un ligero retraso y comenzarán a mediados de 2020. En Europa y Norteamérica, se lanzará en 2021.

Byton también desveló finalmente los datos técnicos del M-Byte para el IAA: La versión básica del M-Byte tendrá una potencia de 200 kW, una capacidad de batería de 72 kWh y una autonomía de hasta 360 km (WLTP). En la variante de mayor valor, con tracción a las cuatro ruedas, Byton habla de 300 kW de potencia, 95 kWh de capacidad y una autonomía de hasta 435 km (WLTP). El estándar de carga variará en función de la región, es decir, la empresa se basará tanto en GB/T (China) como en CCS (Europa y Norteamérica). En cuanto a la capacidad de carga, los chinos prometen hasta 150 kW (CC) o entre 3,7 y 22 kW (CA).

Byton también comentó el precio en el salón del automóvil de Fráncfort: Según sus representantes, el SUV eléctrico costará 45.000 euros o más sin IVA. Actualmente, se registran más de 50.000 reservas en todo el mundo, de las que una "proporción significativa" procede de Europa, según informó Byton en un comunicado de prensa. Los pedidos anticipados con pagos por adelantado se activarán en Europa y Norteamérica el año que viene. Por tanto, el lanzamiento al mercado se pospondrá ligeramente: En China se había hablado anteriormente de finales de 2019 y en el extranjero de la segunda mitad de 2020. Así que ahora se habla de mediados de 2020 (China) y de 2021 (Europa y Norteamérica).

Al igual que el vehículo de preserie, el vehículo de producción de Byton evoca el credo de que la movilidad debe convertirse cada vez más en una experiencia digital en red. Por ejemplo, la comunicación incluye el eslogan "Priorizar la potencia de los datos sobre los caballos". En consecuencia, el M-Byte debe puntuar sobre todo como un coche eléctrico inteligente y conectado en red que puede brillar con vistas a la movilidad compartida y, en el futuro, a la conducción autónoma. Esto es especialmente evidente en el interior: el M-Byte conserva la pantalla de 48 pulgadas del salpicadero ya presentada en el coche de preserie, que se extiende de pilar A a pilar A por toda la parte delantera y en la que se pueden reproducir diferentes contenidos en paralelo en el llamado modo de pantalla dividida. Se complementa con tabletas de 7 y 8 pulgadas para el conductor y el acompañante. Además, los asientos delanteros pueden girarse hacia dentro para "crear un espacio comunicativo para los pasajeros".

Exteriormente, Byton apuesta por una línea de techo baja, una silueta esbelta y unos valores aerodinámicos correspondientemente competitivos. Los elementos de iluminación también transforman la parte delantera y trasera del coche en una "interfaz de usuario externa", como dice la empresa. En la era de la conducción autónoma, esto servirá, entre otras cosas, para comunicarse con el mundo exterior.

Byton está probando actualmente unos 100 prototipos del SUV eléctrico. Al mismo tiempo, la empresa sigue adelante con la finalización de su primera planta de producción propia en Nanjing. Ya en septiembre, se abrirá en ese lugar un centro de I+D que, además de los procedimientos de prueba habituales, también será capaz de probar innovadoras funciones de conectividad y tecnología informática avanzada.

La propia planta cuenta con máquinas de los especialistas alemanes Kuka y Dürr, entre otros. "No tiene nada que envidiar a los fabricantes premium alemanes", declaró recientemente en una entrevista el director general de Byton, Daniel Kirchert. Hasta 300.000 coches eléctricos al año saldrán del emplazamiento tras la fase de puesta en marcha. El centro de producción ocupa unos 800.000 metros cuadrados, la inversión asciende a unos 1.500 millones de dólares según Byton.

Es bueno que el tercer ronda de financiación con un volumen de 500 millones de dólares está "a punto de concluirse", según escribe Byton. Los principales inversores son el fabricante estatal chino de automóviles FAW y el fondo industrial del Ayuntamiento de Nanjing. Byton ha estado en estrecho contacto con FAW desde hace algún tiempo. En octubre de 2018, la empresa de coches eléctricos se hizo con el debilitado Filial de FAW Tianjin Huali y se aseguró así una licencia de producción para la fabricación en serie de coches eléctricos en China. Medio año antes, FAW ya había invertido unos 260 millones de dólares en Byton, entre otras cosas para orientar más su propia marca Hongqi hacia la electromovilidad gracias a la tecnología de Byton. Al mismo tiempo, las dos empresas también acordaron una intensa cooperación en la adquisición de piezas y en la investigación y desarrollo de vehículos autónomos.

Aparte de eso, el año ha sido agitado para Byton. Ya a principios de año se produjo un cambio en la dirección de la empresa: El cofundador Carsten Breitfeld fue nombrado presidente del Consejo de Supervisión, mientras que Kirchert, como consejero delegado, dirige el día a día de la empresa. Breitfeld, antiguo jefe de proyecto del BMW i8, no estaba contento con su nuevo papel. Dejó Byton en abril. Hace unos días se supo que ahora trabaja para Futuro Faraday.

Fuente: Comunicado de prensa por correo electrónico

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