La Universidad de Stuttgart trabaja en el control de aviones eléctricos
La propulsión eléctrica del extremo del ala puede simplificar el control de los aviones en el futuro. Al menos ésta es la conclusión extraída tras los primeros vuelos de prueba tripulados del avión solar "icaré wtp" equipado con dos hélices eléctricas de punta de ala (wtp).
Desde principios de 2018, el Instituto de Construcción de Aeronaves (IFB) y el Instituto de Mecánica de Vuelo y Control de Vuelo (IFR) de la Universidad de Stuttgart han desarrollado los accionamientos de los extremos de las alas y el sistema de control. Se asientan en vainas desmontables de nueve kilos de peso en los extremos de las alas y están equipados con sus propias baterías y sensores.
Aunque el rendimiento es bajo en comparación con el motor principal, el efecto de dirección es enorme. Con las hélices en las puntas de las alas, los desarrolladores consiguen un control adicional de la guiñada, además del timón clásico. En el prototipo, es posible controlar ambas hélices manualmente mediante un nuevo mando lateral. El software puede añadirlas automáticamente a los comandos de timón o alerón del piloto.
La ventaja de los mandos finales de ala es que las unidades de cola pueden hacerse más pequeñas y, por tanto, más ligeras. El menor peso reduce el consumo de combustible y aumenta la autonomía. Según la universidad, las aeronaves también son más ágiles. En el caso de las aeronaves deportivas más pequeñas, también hay un aspecto de seguridad, ya que las dos hélices del extremo del ala soportan el motor principal.
En el futuro, también será posible que los pods puedan montarse de forma giratoria y controlar así el eje vertical de la aeronave mediante movimientos hacia arriba y hacia abajo. Esto puede aliviar la carga de trabajo del piloto. Además, los investigadores ven el potencial de que las hélices accionadas eléctricamente puedan reducir la resistencia aerodinámica en la aviación comercial. Las hélices pueden reducir los vórtices de borde en los extremos de las alas, que generan grandes vórtices de estela.
El avión solar icaré lleva más de 20 años funcionando como avión de pruebas de la Facultad de Ingeniería Aeroespacial de la Universidad de Stuttgart. El proyecto de propulsión en el extremo del ala cuenta con el apoyo técnico de SFL GmbH y del piloto de pruebas Werner Scholz.
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