Barco tradicional de Heligoland con motor eléctrico Torqeedo
Heligoland, una pequeña isla situada frente a la costa septentrional de Alemania, ha electrificado una de sus tradicionales embarcaciones artesanales de roble llamadas börteboote, (embarcaciones de abordaje) con un propulsor eléctrico de Torqeedo.
Las lanchas de embarque, de unos diez metros de eslora, se utilizan en Heligoland para llevar a los pasajeros de los grandes barcos al puerto, también en los grandes buques de pasajeros que navegan a diario del continente a la isla. Las barcas, que la UNESCO considera "Patrimonio Cultural Inmaterial", transportan entonces hasta 50 pasajeros cada una desde el barco hasta los embarcaderos. El municipio de Heligoland ya ha hecho convertir un ejemplar en un motor eléctrico con batería de iones de litio.
"Nuestros barcos de transbordo son una tradición en Helgoland desde hace siglos. Con la instalación de los propulsores eléctricos, estamos llevando esta tradición hacia el futuro", afirma el alcalde Jörg Singer. "Los nuevos Pirat mejorará notablemente la experiencia de los pasajeros y marcará un hito en la protección de la naturaleza y la protección activa del clima en la industria turística", añade el alcalde. El primer barco eléctrico se presentará al público el 10 de agosto con motivo de la 65ª edición de la regata de barcos de transbordo en el Helgoländer Landungsbrücke (el embarcadero).
Los ingenieros de Torqeedo han adaptado especialmente su Azul profundo 50i accionamiento eléctrico para el barco llamado Piratque entró en servicio inicialmente en 1962. El motor eléctrico recién instalado tiene una potencia de 50 kW, y la batería de 40 kWh utiliza la tecnología conocida del BMW i3. Sin embargo, la información no indica qué ajustes se han realizado en la propia embarcación.
Sin embargo, el constructor naval Rainer Hatecke señaló que el par motor adicional proporcionado por la propulsión eléctrica Torqeedo ayuda a la embarcación a surcar sin esfuerzo las altas olas del Mar del Norte. "Junto con la tripulación de mi astillero hemos construido un auténtico 'e-pirata' para Heligoland", afirma.
Otra ventaja para los barqueros: como los antiguos motores diesel eran muy ruidosos, la tripulación tenía que gritar para comunicarse en el barco abierto. En el futuro, el barco se deslizará silenciosamente por el agua, lo que permitirá un ambiente portuario mucho más agradable y tranquilo.
Información adicional de Nora Manthey.
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