Nueva Zelanda planea subvenciones a los BEV y tarifas de CO2
El gobierno neozelandés quiere abaratar los vehículos eléctricos e híbridos importados hasta 8.000 dólares neozelandeses a partir de 2021 mediante descuentos. Pero la clásica prima de venta no será el final de la historia: Los coches importados con altas emisiones de CO2 van a encarecerse considerablemente.
En el proyecto de ley se menciona una cantidad de 3.000 dólares neozelandeses (unos 1.770 euros) por la que se encarecerán los vehículos importados con altas emisiones de CO2. La totalidad de los 8.000 dólares (4.730 euros) sólo estaría disponible para los coches nuevos puramente eléctricos; para los híbridos enchufables y los híbridos se prevén descuentos de 6.800 y 4.800 dólares neozelandeses respectivamente, el equivalente a 4.013 o 2.833 euros.
El gobierno ha puesto en marcha inicialmente una fase de consulta de seis semanas y tiene previsto presentar el proyecto de ley al parlamento entre septiembre y noviembre. "A la mayoría de los kiwis les gustaría comprar un coche que fuera bueno para el medio ambiente, pero nos dicen que el coste y la escasez de opciones lo convierten en un reto", declaró la ministra de Transporte, Julie Anne Genter, en un reportaje del New Zealand Herald.
Un Hyundai Ioniq eléctrico en Nueva Zelanda cuesta alrededor de $60.000, el equivalente a 35.400 euros. Con la subvención, costaría 52.000 dólares (30.690 euros). Según el Herald, un Range Rover Sport con motor V8 costaría $3.000 más y un Toyota Hiace, un minibús muy popular en Nueva Zelanda, unos $1.400 más.
Según el ministerio, los recargos por las reducciones de CO2 harían que la medida tuviera un coste neutro: la promoción de los motores limpios se financiaría así con el impuesto sobre las emisiones de CO2. "Esto significa que la gente seguirá pudiendo elegir, al tiempo que contribuye a la tarea de limpiar los vehículos que llegan a Nueva Zelanda", dijo Genter. Además, el impuesto se limitará realmente a los coches con altas emisiones de CO2: El 74% de las ventas anuales en Nueva Zelanda no se verán afectadas.
Según los medios locales, en Nueva Zelanda hay matriculados más de 3,2 millones de coches con motor de combustión, pero sólo 15.000 eléctricos. El director de la Asociación de la Industria del Motor de Nueva Zelanda, David Crawford, no comparte todas las opiniones del gobierno, pero apoya la medida de transporte limpio: "Nuestra opinión es que las mejores políticas para lograr una reducción de las emisiones son las que influyen en las decisiones de compra. Si se altera la demanda, se producirán cambios en los modelos suministrados a Nueva Zelanda".
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