Japón endurece las normas sobre vehículos de CO2 para 2030
El gobierno japonés ha establecido nuevas normas para el consumo del parque automovilístico de los fabricantes de automóviles hasta 2030. Los fabricantes de automóviles deben reducir el consumo y, por tanto, las emisiones de CO2 de sus vehículos vendidos en un 32% para 2030 en comparación con 2016, hasta una media de unos 3,9 litros de gasolina cada 100 kilómetros.
Los fabricantes de automóviles se verán obligados a vender más coches eléctricos e híbridos para alcanzar este objetivo. Al mismo tiempo, también tendrán que reducir la cuota de sus motores de combustión en las ventas totales. Según los cálculos japoneses, los coches nuevos tendrían entonces que recorrer una media de 25,4 kilómetros con un litro de combustible, o el equivalente a 3,9 litros.
Con los nuevos valores de emisiones, el gobierno japonés quiere ponerse a la altura de la UE y China en la transformación hacia vehículos de emisiones cero. Según el Ministerio de Industria, en 2017 sólo se matricularon 24.000 coches eléctricos, lo que corresponde a una cuota de mercado del 0,5%. Según los planes, esta cifra aumentará hasta el 20% o el 30% en 2030, lo que correspondería a alrededor de un millón de coches eléctricos e híbridos enchufables en el mercado actual.
En Japón, sólo Mitsubishi, con el i-MiEV, y Nissan, con el Leaf, han fabricado coches eléctricos en cantidades significativas, mientras que otros fabricantes japoneses han descuidado durante mucho tiempo los coches puramente eléctricos: El gigante de la industria Toyota ha confiado en la tecnología híbrida durante años. Una empresa conjunta fundada por Toyota, Mazda y el proveedor Denso desarrolla ahora propulsores eléctricos. Subaru, Suzuki e Hino también se han unido a la empresa conjunta. Toyota planea que para 2030 el diez por ciento de sus ventas procedan de coches eléctricos y vehículos de pila de combustible.
Yasuhiro Matsuyama, director general del Departamento de Conservación de la Energía y Energías Renovables del Ministerio de Industria, admitió que la normativa sería dura, pero importante, ya que el país puede correr el riesgo de quedarse rezagado con respecto a las normativas europeas y chinas, que han empujado a los consumidores más en la dirección de las energías renovables y los vehículos de nueva energía: "Los objetivos pueden parecer ambiciosos incluso desde una perspectiva internacional, pero es importante para tomar la delantera en medidas medioambientales".
0 Comentarios