Un fin de semana en las carreras: ePrix de Berlín de Fórmula E

La Fórmula E estuvo este fin de semana en Berlín, donde por quinta vez se celebraron carreras en el icónico y (normalmente) en desuso aeropuerto de Tempelhof de la ciudad. Como en años anteriores, los berlineses acogieron el espectáculo con frialdad alemana (¿o es frialdad?) pero en gran número. Y pudieron ver un home run para Audi pilotado por un enérgico Lucas di Grassi.

Más de 40.000 visitantes se dirigieron a las afueras de Kreuzberg-Neukölln para ver el ePrix de Berlín que se celebraba en el aeródromo. Sólo que esta vez, un programa marco ampliado en forma de Festival GreenTech, respaldado por el ex campeón de F1 Nico Rosberg, constituyó un telón de fondo diferente para la 10ª carrera de la temporada de la Fórmula E. La feria del consumidor reflejó que a estas alturas (casi) todo el mundo ha llegado a la nueva era, junto a los proveedores de infraestructuras de toda la vida, por supuesto.

Tomemos como ejemplo a HWA Racelab, un nuevo equipo que es Mercedes disfrazado, que también promocionó la gama EQ en el festival. Tanto Daimler como Porsche entrarán en la Fórmula E en 2019/20, uniéndose así a los que ya están allí, desde Audi, BMWi, hasta DS, Jaguar y, por supuesto, Nissan. La profesionalización es factible, tómese el número de patrocinadores y de pulseras y pases diversos, para ver la e-movilidad en ebullición.

Y también lo es la carrera, bueno, en realidad el zoom. Situado en los terrenos de hormigón del aeropuerto de Tempelhof, el recorrido es una prueba de neumáticos y habilidades con curvas que se suceden muy de cerca. Aun así, en comparación con los estrechos circuitos urbanos como Mónaco, Lucas di Grassi considera Berlín una "carrera híbrida" que deja cierto margen para los adelantamientos. Y eso es justo lo que hizo: tras una buena clasificación el día 3, el brasileño consiguió ponerse por delante de Sébastien Buemi, que partía desde la pole position, y hasta el final de la carrera, el dúo de cabeza se mantuvo en su sitio.

Más atrás, sin embargo, Jean-Eric Vergne, del DS Techeetah, superó hábilmente a un piloto tras otro hasta situarse tercero a pesar de haber salido desde la posición 8. El francés conserva así el liderato general del campeonato como piloto.

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La victoria de Di Grassi, sin embargo, aseguró a Audi Sport Abt Schaeffler la segunda victoria en casa y coloca a Audi en lo más alto de la tabla de constructores, con Daniel Abt sexto. "Fue una carrera muy estratégica, con mucho ahorro de energía, y nuestros coches parecían muy eficientes hoy, así que estoy supercontento", dijo di Grassi, que consiguió la 12ª victoria y el 40º podio de Audi en sus 55 carreras en la Fórmula E, por delante de Buemi y Vergne.

La estrategia ayudó a ganar el ePrix de Berlín y un poco la mala suerte de un hombre. El piloto de Panasonic Jaguar, Alex Lynn, tuvo que ser recuperado en mitad de la pista al averiarse su coche, lo que provocó una vuelta tras otra bajo la bandera amarilla, que obliga a todos a conducir a no más de 50 km/h. En previsión de que la carrera retomara la velocidad, la mayoría de los pilotos pulsaron el botón Attack, un nuevo modo que permite disponer de 25 kW adicionales, sólo para ver cómo se agotaba el precioso plazo de cuatro minutos de potencia extra. En realidad, los pilotos de Audi habían esperado lo suficiente para beneficiarse cuando finalmente se levantó la bandera amarilla y también JEV, que dijo haber tenido una "carrera divertida" durante la cual "ahorró y ahorró y luego decidió atacar". Estaba especialmente contento de que se hubiera resuelto un problema que había tenido con su coche el día anterior.

El suizo Buemi, sin embargo, se refirió a una temporada "frustrante", con buenas calificaciones pero sobre todo sin resultados. El podio de Berlín fue el primero para él en la 5ª Fórmula E, por lo que espera que la próxima carrera en Berna se le dé bien ante su público.