Ámsterdam contará con una red de recarga inteligente Flexpower
Vattenfall y la ciudad de Ámsterdam operan ahora conjuntamente una red inteligente de recarga pública bajo el nombre de Flexpower. Es capaz de adecuar la velocidad de carga al consumo eléctrico y a la generación de energía renovable.
Según los promotores, el sistema está diseñado para aprovechar al máximo la capacidad disponible de la red. Se han modernizado un total de 456 estaciones de recarga, entre las que se incluyen 912 puntos de recarga de Vattenfall, que ahora están conectados a la red de recarga inteligente. Esto supone un tercio de todas las estaciones de recarga de la ciudad.
Además de Vattenfall y la ciudad, participan el propietario de la red local, Liander, y el centro de competencia en infraestructuras Elaad y la Universidad de Ciencias Aplicadas de Ámsterdam. El inicio de las operaciones el año pasado estuvo precedido por una prueba con 52 estaciones de recarga o 104 puntos de recarga.
La gestión de la carga se nota de la siguiente manera: Las estaciones de carga que participan en el proyecto suministran algo menos de electricidad durante las horas en que los hogares en particular necesitan mucha energía -entre las 18.00 y las 21.00 horas- y más electricidad cuando el consumo de energía es bajo o hay mucha electricidad solar producida localmente. "Para conseguir una carga más rápida en esos momentos, la capacidad de las estaciones de carga Flexpower se ha incrementado en un 40%. Una estación de carga normal tiene una capacidad de 3×25 amperios. Las estaciones de carga Flexpower pueden suministrar 3×35 Amperios y también distribuirla de forma más inteligente entre los coches conectados", afirma un comunicado de prensa adjunto.
"Flexpower Amsterdam es una red inteligente de estaciones de carga que permite cargar más rápidamente los coches eléctricos cuando brilla el sol", subraya Tomas Björnsson, responsable de E-Mobility de Vattenfall. Además, el proceso utiliza principalmente electricidad renovable generada localmente por los hogares del vecindario. "Esto reduce la necesidad de inversiones en la red eléctrica y convierte así la solución en un modelo a seguir para muchas grandes ciudades de Europa", afirma Björnsson.
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